“Ya no podemos hacer plantón, urgen recursos”
Denuncian que hace dos años faltaba una o dos claves de medicamentos, ahora son 19, y cada vez la situación va de mal en peor
Solecito murió hace dos semanas. Desgraciadamente, no hubo medicamentos para tratar su cáncer, alguien donó el terreno en el cementerio para su inhumación. Ese es el destino de cientos de niños y adolescentes que actualmente luchan contra esta enfermedad pero no pueden contar con los medicamentos necesarios para las quimioterapias, pues cuando uno falta no atacas por completo la enfermedad y regresa más agresivo.
El dolor, la incertidumbre y el miedo se apodera de quienes luchan contra esta enfermedad, quien como explicarle a una pequeña de 3.5 años que el dolor que le infringen es para salvarle la vida.
Este sábado vamos a apoyar la causa, para que estos pequeños tengan una oportunidad de vida. Aportemos dinero para la compra de medicamentos.
El boteo se realizará en Chihuahua capital, Hidalgo del Parral, Jiménez y Casas
Grandes. En la capital será en el cruce de la avenida División del Norte y Tecnológico, de 10:00 a 16:00 horas.
Todo lo recaudado se depositará íntegramente en la campaña. No hay quimios… los están matando de Narices Rojas para la adquisición de medicamentos debido a que el traslado requiere de logística, muchos son de red fría.
“TODA AYUDA ES BUENA NADA ESTA DE MÁS... NI DE MENOS”.
Andrea es una gran guerrera, su lucha contra este mal no ha sido sencilla, la primer recaída casi le cuesta la vida, llegó al Instituto Mexicano del Seguro Social con 2 gramos de hemoglobina.
El cáncer en etapas tempranas es cien por ciento curable, pero con la carencia de medicamentos se le da oportunidad al cáncer de atacar más a los niños.
Andrea sufrió un cáncer de riñón, ella actualmente está en remisión, es decir, en observación durante los próximos 5 años. Alejandra Ramírez es mamá de Andrea quien fue diagnosticada a los 3.5 años. El diagnóstico fue a tiempo, una enfermera la dijo vete de urgencia al Morelos era un 21 de mayo de 2019, era las 12 del día para las 4 ya le habían dicho que se trataba de una masa sin bordes. Era cáncer.
“Deme chanza de llevármela a la casa a bañarla, a ponerle su pijama y a que coma lo que quiera”, fue la solicitud e Alejandra. A las 8 de la noche entraron al nosocomio y no volvieron a salir. El 11 de junio inició quimioterapias y para el 21 se estaba muriendo.
Con la primera quimio la recaída fue casi mortal; a la menor se le cayó el cabello y solo le quedaron unos mechones, su mamá pidió tijeras y se lo cortó. Al siguiente día reclamó su cabello “¿Que hiciste con mi cabello mamá?" La respuesta fue “Tu tía se lo llevo a lavar”. En su inocencia pidió que también se lo pintara de color rosa. Hubo que buscar pelucas para llevar el cabello limpio.
La duración del en tratamiento con seis ciclos de quimioterapia, una por semana.
Luego le extirparon el tumor y le recetaron radioterapia, para ello la mandaron a Torreón, Coahuila pero la máquina se descompuso. Regresaron a Chihuahua y la única opción era el Centro Oncológico de Chihuahua donde el presupuesto ascendía a 126 mil pesos para continuar el tratamiento, la Fundación Cima le apoya con el 50 por ciento y luego regresó a la necesaria quimioterapia.
En ese año de tratamiento también batallaron por la sangre para la pequeña.
En la misma sala, frente a Andrea estaba Marianita, quien también quería una peluca como Andrea.
Ellas tuvieron los medicamentos, pero Solecito no. Murió y tuvieron que solicitar ayuda de la ciudadanía para darle cristiana sepultura.