El demonio ataca de nuevo
La tercera entrega de la saga retoma el caso real de Arne Johnson, quien después de apuñalar a su casero dijo estar poseído
Iniciar con una oración se ha vuelto una tradición para los rodajes de las películas de "El conjuro". Técnicos y artistas se unen para recibir una bendición que acompañe la filmación. “Para quien tenga algún tipo de duda, eso les tranquiliza”, dice Michael Chaves, el director responsable de la tercera entrega que llega a cines esta semana.
La historia es parte de una saga, la primera entrega se estrenó en 2013, hace ocho años, y desde su lanzamiento, el universo de "El conjuro" se ha vuelto una de las franquicias de terror más exitosas en la historia del cine.
Sus siete películas, incluyendo "La monja", las tres entregas de "Anabelle" y "La maldición de la Llorona", han recaudado hasta ahora más de 1,800 millones de dólares en la taquilla global, por eso es una de las apuestas para reactivar la asistencia del público a la salas en todo el mundo.
La fe ha sido una constante dentro y fuera de las historias de "El conjuro". Así que es mejor atraer una fuerza con luz blanca que una negativa, señala Vera Farmiga, quien vuelve a esta saga interpretando a la investigadora paranormal Lorraine Warren.
“Todo aquello en lo que te concentras se expande y es atraído hacia ti. Es la ley de la atracción. Por eso, empezar la producción con una oración de positividad y protección nos une en la intención. Damos crédito a todo lo que es bueno, santo y puro. Eso es algo que siempre me decía Lorraine”.
Las oraciones tuvieron más sentido para realizar la nueva entrega de la saga: "El conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo", una cinta inspirada en hechos reales y que retoma el sonado caso de Arne Cheyenne Johnson.
“Él era un joven de 19 años que fue poseído por un demonio. Asesinó a su casero, y fue a juicio”, refiere el director. “Para todos los implicados esta fue la historia más oscura en la que participaron los Warren. Se jugaron todo por el acusado".
El caso de Arne Cheyenne Johnson ocurrió en 1981, cuando argumentó estar poseído por el demonio al apuñalar a su víctima con un cuchillo de 13 centímetros.
Las oraciones fueron insuficientes en el caso real. Exorcismos y largos tratamientos nublaron el juicio que terminó por llevar a Johnson a la cárcel a pagar una sentencia por homicidio involuntario que se redujo a cinco años de prisión.
Antes de llegar al veredicto, el caso se convirtió en un escándalo mediático que dio la vuelta al mundo. Precisamente los archivos periodísticos sirvieron para crear el guion de "El diablo me obligó a hacerlo", como relata David Leslie Johnson-McGoldric, encargado de la historia.
“Decidimos entrelazar la realidad con una especie de historia compuesta en la que se toman numerosos sucesos de la vida real que tuvieron lugar en diferentes situaciones y se combinan en una sola historia. Entramos en un lugar más ficticio en el segundo acto, donde resolvemos el misterio, pero seguimos recurriendo a las interacciones reales que Lorraine tuvo con la Policía".
“Soy un gran fan de la película original 'El exorcista' y definitivamente quería hacer un guiño a esa película”, refiere el director Michael Chaves. "Es curioso porque en realidad es un combo de homenaje tanto a esa película como a 'Psicosis' (Alfred Hitchcock), en la imagen donde la madre está en la ventana", explica.
La historia desembocó un juicio mediático en Estados Unidos