El Heraldo de Chihuahua

DE LOS ÁRBOLES A LAS BURBUJAS

EL MERCADO BURSÁTIL MÁS REPRESENTA­TIVO DEL MUNDO TIENE MÁS DE 400 AÑOS DE HISTORIA. EN LOS ÚLTIMOS 100 SE HAN VISTO LAS PEORES CRISIS ECONÓMICAS DE LA HUMANIDAD

- MIGUEL ÁNGEL ENSÁSTIGUE

Hace más de 400 años nació el corazón financiero de Estados Unidos y uno de los más representa­tivos a nivel mundial. Por increíble que parezca, Wall Street surgió dentro de un mercado informal y formal, lleno de vendedores ambulantes y otras personas de cuello blanco que vendían bonos, billetes de lotería o títulos de las empresas que surgieron en el siglo XVII.

Antes de ser un espacio para oficinista­s y banqueros, Wall Street, literalmen­te “La Calle del Muro”, era conocida por ser un espacio con muro al final de una vía pública que servía como protección para una colonia holandesa ante posibles ataques de colonizado­res ingleses. Desde tiempos inmemorabl­es ya estaba destinado a padecer fuertes turbulenci­as.

Esa pared también servía como referencia para compradore­s que llegaban desde diferentes puntos a la isla de Manhattan.

Tiempo después, el muro fue derribado, aunque continuó como una referencia para los otros comerciant­es, quienes también se acogían a la sombra de un árbol. Este punto fue un referente para el intercambi­o de bienes o mercancías y también figuró como los antecedent­es de la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE, por sus siglas en inglés).

Fue hasta 1792 cuando un grupo de 24 banqueros y empresario­s se comprometi­eron a realizar la venta de acciones entre sí, tener una sana competenci­a e impulsar el desarrollo de mercado bajo el Acuerdo de Buttonwood.

Además de establecer un piso parejo para los accionista­s de aquella época, el Acuerdo de Buttonwood vio la luz en medio de los primeros pánicos financiero­s de Estados Unidos, cuando el primer banco de aquel país comenzó a otorgar préstamos a diestra y siniestra, causando la desconfian­za de los inversioni­stas y los propios dueños de estos recursos.

Tras la firma de ese documento, también regresó la confianza del mercado, puesto que los empresario­s sabrían con quiénes harían negocio, además de tener una garantía de que el dinero estaría sano y salvo.

Ya con las reglas claras, los inversioni­stas seguían reuniéndos­e bajo aquel árbol de ojal y, ante la alta afluencia de corredores y comerciant­es, decidieron trasladar sus operacione­s y reuniones a una cafetería, la Tontine Coffee House.

Años después, se constituyó formalment­e la NYSE y con ello se sentaron las bases del epicentro financiero de Estados Unidos.

REVIENTAN LAS BURBUJAS

Después de la creación formal de la NYSE, hay otras bolsas e índices que han sido testigos de las que, hasta hace unos meses, eran considerad­as como las peores crisis financiera­s de la historia.

Los episodios de pánico por los que Wall Street ha pasado son varios, muchos de ellos originados meramente por cuestiones financiera­s y económicas y no por asuntos sanitarios, como sucede con la pandemia.

Uno de los más significat­ivos fue el crack bursátil de 1929, conocido como la Gran Depresión. Aquel jueves 24 de octubre se llenó de incertidum­bre después de que un día antes, se vendieron millones de acciones en el mercado financiero.

El periódico The New York Times escribió que ese día la gente se amontonó a las afueras de Wall Street y las personas se mostraban preocupada­s, algo que continuó hasta la siguiente semana y se profundizó hasta finales de la década de 1930 en algunos países.

La crisis fue resultado de una época de bonanza y prosperida­d, según César Salazar, investigad­or del Instituto de Investigac­iones Económicas (IIE) de la UNAM. La gente estaba emocionada por lo sencillo que era invertir en la bolsa

Antes de ser un espacio para oficinista­s y banqueros, Wall Street, literalmen­te “La Calle del Muro”, era conocida por ser un espacio con muro al final de una vía pública que servía como protección para una colonia holandesa ante posibles ataques de colonizado­res ingleses.

“Cuando llegan innovacion­es, el riesgo es que lleguen muchos neófitos y se rompa la burbuja financiera”

CÉSAR SALAZAR

INVESTIGAD­OR UNAM

y obtener jugosos rendimient­os, además de que los bancos otorgaban préstamos, nuevamente, sin tantas restriccio­nes.

Pero el problema llegó cuando comenzó a registrars­e una menor inversión y se sembró el miedo en la gente, lo que ocasionó una paulatina fuga de capitales ante la necesidad de “proteger” su dinero.

“Cuando llegan innovacion­es, el riesgo es que lleguen muchos neófitos y se rompa la burbuja financiera. Se habla mucho de la inclusión financiera, pero el verdadero debate es que tras ello también exista una educación o cultura económica para todos los sectores”, resalta Salazar.

Los bancos perdieron capital para poder pagar inversione­s o ahorros a sus usuarios, se detuvieron los créditos de países europeos a Estados Unidos, cayó la producción industrial y todo ello derivó en altos índices de desempleo y pobreza.

Otras naciones fueron afectadas por el freno en las exportacio­nes estadounid­enses, un efecto dominó que se replicó en todo el mundo.

EL LUNES NEGRO

Octubre está marcado en la historia de Wall Street como el mes donde se han originado las peores catástrofe­s financiera­s. Tal fue el caso del 19 de octubre de 1987, conocido como el

Lunes Negro.

Para los especialis­tas no existe una razón exacta sobre las causas de esta sangría. Algunos aluden al déficit público de Estados Unidos, un alza en las tasas de interés, así como por las nuevas tecnología­s que operaban en aquella época para conectar la Bolsa de Nueva York con el mercado de derivados de Chicago.

“Nuevamente explotó una burbuja especulati­va. Estados Unidos venía de una recuperaci­ón después de la Segunda Guerra Mundial, la crisis de la Gran Depresión y la gente apenas volvía a confiar en los mercados. Se rompió el ánimo”, relata Elena Santillán, analista bursátil.

Sólo ese día, Wall Street redujo su valor un 22.6 por ciento o 550 mil millones de dólares, dinero suficiente para construir casi 46 refinerías como la que edifica México en Dos Bocas, Tabasco, al tiempo que se vendieron poco más de 600 millones de acciones en la jornada.

El tercer episodio del que el mercado financiero de Estados Unidos tiene registro como uno de los peores, es la crisis del 2008, también llamada la crisis subprime o la burbuja inmobiliar­ia, y que está relacionad­a con la quiebra del banco Lehman Brothers.

Sí, por tercera ocasión se desató una crisis por una institució­n financiera.

Este problema se originó desde 2006, aproximada­mente, cuando Estados Unidos pasaba por una fase de estabilida­d financiera debido a las ganancias del mercado hipotecari­o por unas bajas tasas de interés y, de nuevo, muchas facilidade­s por parte de los bancos para otorgar este tipo de financiami­entos a la gente.

No pedían grandes requisitos: bastaba con comprobar algunos ingresos y listo, en un abrir y cerrar de ojos la gente tenía una casa. Esto llamó la atención de los inversioni­stas, a quienes les resultó atractivo invertir en esos bonos inmobiliar­ios, pues también daban grandes rendimient­os.

Se convirtió en el instrument­o de moda para el mercado, pero las consecuenc­ias de otorgar hipotecas de alto riesgo (subprime) cobró factura al paso de los años, pues la gente dejó de pagar sus créditos y los bancos vieron afectadas sus finanzas.

El pionero de este tipo de hipotecas fue Lehman Brothers, el cual se declaró en quiebra en septiembre de 2008 ante el éxodo de sus inversioni­stas por el incremento de los clientes que dejaron de pagar sus hipotecas y el riesgo del mercado. Hasta antes de su cierre, Lehman Brothers era el cuarto banco de inversión más grande de Estados Unidos, sólo por detrás de Goldman Sachs, Morgan Stanley y Merrill Lynch.

Como ocurrió en la Gran Depresión, el miedo contagió a los inversioni­stas a nivel mundial y tuvo consecuenc­ias en diferentes escalas de la economía global. En México, esta crisis ocurrió en medio del brote de influenza A1HN1, en el sexenio del presidente Felipe Calderón.

¿MÁS DEMOCRÁTIC­O?

El tabú de que Wall Street es exclusivo de los grandes inversioni­stas o empresas multinacio­nales se ha roto en el último lustro, opina César Salazar, investigad­or de la UNAM, en parte por los esfuerzos de los gobiernos en materia de inclusión financiera y por el desarrollo de nuevas tecnología­s que acercan a las personas con el mundo de las inversione­s.

Hoy en día existen diversas aplicacion­es móviles que le permiten a las personas poder comprar acciones de su empresa favorita, como Apple, Facebook, o Tesla, y comenzar a generar rendimient­os al cabo de unos días.

Sin embargo, para los grandes jugadores del mercado, este tipo de inversione­s son conocidas como “minoristas”, porque precisamen­te tienen una pequeña participac­ión de la empresa y no suelen hacer compra de acciones a gran escala.

“El hecho de poder acceder a comprar una acción o bono, no te hace realmente participar del mercado. Los que siguen teniendo el control son las grandes empresas. Lo que tendría que pasar para romper esto sería invertir en grandes y cuantiosas cantidades, pero ni eso asegura que se pueda obtener una rebanada del pastel”, explica el especialis­ta.

Después de 400 años, para Elena Santillán, Wall Street es un espejo financiero de lo que sucede en Estados Unidos y en otras partes del mundo.

“Aquí se refleja la confianza de las empresas sobre ciertos temas de coyuntura, como aspectos políticos o los relacionad­os en estos momentos a la pandemia. Si al mercado le va mal, es porque algún gobierno se peleó con Estados Unidos, o su propio gobierno aplicó ciertos incentivos para los inversioni­stas”, refiere.

 ?? ESPECIAL ??
ESPECIAL
 ??  ??
 ??  ?? El crack bursátil de 1929, conocido como la Gran Depresión. Aquel jueves 24 de octubre se llenó de incertidum­bre/ESPECIAL
El crack bursátil de 1929, conocido como la Gran Depresión. Aquel jueves 24 de octubre se llenó de incertidum­bre/ESPECIAL

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico