Reforestar la sierra, opción de empresas para compensar su huella de carbono
La urgente necesidad de reforestar las áreas afectadas en la sierra de Chihuahua por los incendios forestales y la tala clandestina obligan a pensar qué acciones y programas se necesitan implementar para repoblar nuevamente con árboles de especies nativas todas las áreas que desafortunadamente perdieron su cubierta forestal.
Primero, es necesario ubicar y cuantificar con exactitud estas superficies y elaborar un plan de reforestación que deberá contener las metas, estrategias, esquemas de organización y participación de las comunidades locales y la determinación de los recursos presupuestales necesarios, así como identificar las posibles fuentes de dichos recursos. Una parte importante puede provenir de los programas forestales de gobierno como los que ya operan la Conafor, o el gobierno del estado.
Otra fuente, que aún no se ha promovido, puede ser la aportación voluntaria de empresas locales que tienen obligaciones o compromisos ya asumidos para reducir su huella de carbono. En el panorama mundial ha crecido el número de empresas que ya están aplicando diferentes estrategias para compensar o reducir sus emisiones de carbono. Entre las más conocidas se pueden citar el grupo Volkswagen que plantea dejar de vender vehículos de motor a combustión en Europa entre 2033 y 2035 para pasar a los coches eléctricos; la obligación impuesta por un tribunal de Países Bajos a Shell para que reduzca sus emisiones en un 45% para 2030, lo cual podría extenderse de los grandes emisores a los pequeños, y de los Países Bajos a otros países; y como éstos cada vez se están dando más ejemplos y en muchas más regiones del mundo, incluso ya por ordenamientos en tribunales.
De igual forma, en México se han
anunciado varias acciones de reducción de emisiones por las empresas, como el caso de la próxima ejecución de más de 2,200 proyectos de inversión en tecnologías con energías limpias y eficiencia energética en la agroindustria nacional, dada a conocer recientemente por la FAO. Otros casos más son Ternium, con una meta de reducción del 20% de sus emisiones en la fabricación de acero para 2030, o Cemex, que plantea reducir sus emisiones en cerca del 40% para 2030.
Las empresas establecidas en Chihuahua no estarán por mucho tiempo exentas de implementar medidas similares (las que aún no lo hayan hecho), y de hecho ya hay compromisos puntuales en materia ambiental establecidos en el marco del T-MEC. Es aquí donde se abre una ventana de oportunidad para que las empresas locales puedan, mediante un esquema que así lo permita, compensar sus emisiones apoyando programas de plantación de árboles en la sierra, que capturen el dióxido de carbono generado en sus emisiones.
Con ello se podrían lograr varios beneficios, como la propia compensación de emisiones para las empresas, la restauración de nuestros bosques y la generación de empleos para las comunidades de la sierra. Con la implementación de un programa de este tipo, los beneficios, tanto económicos como ambientales, se quedarían totalmente en nuestro estado.