Tokio 2020
“El gran desafío
se encuentra en el corazón, no en el adversario”: Michael Crichton
Debo de ser honesto, cuando supe que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 programados (por pandémicos motivos) para el presente año sí se llevarían a cabo, fui de los que cuestionó tal decisión y comenté que los deberían de hacer hasta que el dichoso virus, que nos trae en jaque, aminorara, porque que desaparezca no creo, y hasta que el control sobre los contagios sea más eficiente en todos los países (no sólo en los de primer mundo), pero después de habernos emocionado al ver desfilar a los deportistas mexicanos en la inauguración y percatarnos de la calidad y el cuidado con que el Comité Olímpico Internacional, junto con las autoridades japonesas, están llevándolos a cabo, ahora pienso lo necesario que eran para un mundo que ya está desesperado y al que le urge momentos de distracción y qué mejor que el deporte para que nos vuelva la emoción, para tener de qué hablar con la familia y los amigos, para recordarnos que aunque frágiles, nuestros sentimientos siguen estando presentes, nuestro corazón late.
Desde luego que nuestro país dista mucho de ser una potencia en el terreno deportivo, más con autoridades que en lugar de dar continuidad a lo bien hecho prefieren imponer un sello personal mandando todo al carajo. Es triste ver a nuestro país superado en la justa deportiva por naciones de menor dinamismo económico, y cuando buscamos la verdadera causa del problema nos topamos nuevamente con la palabra “corrupción”, esa misma que hace casi tres años nos dijeron que iba a desaparecer del vocabulario azteca. Pero para nuestro gobierno es preferible gastarse millones de pesos en una seudo consulta popular, con vayan ustedes a saber qué fines, que brindarles una adecuada capacitación e instalaciones apropiadas para practicar a nuestros atletas.
La mexicana Gabriela Bayardo representó en los Juegos Olímpicos a los países bajos, ya que se casó con un holandés, su
Desde luego que nuestro país dista mucho de ser una potencia en el terreno deportivo, más con autoridades que en lugar de dar continuidad a lo bien hecho prefieren imponer un sello personal mandando todo al carajo.
entrenamiento fue tal que ganó medalla de plata en tiro con arco. Bien por ella, lástima por nuestro país. Algo similar se dio con el entrenador de taekwondo Óscar Salazar, que al no encontrar apoyo aquí, Egipto se lo llevó y ya le dio dos medallas en esta disciplina, les digo.
Un caso vergonzoso fue el de las broncas de registros y de papeleo que dejaron fuera a dos jóvenes ciclistas mexicanas que representaban una esperanza en la pista de este deporte. Los señores de pantalón largo acabaron momentáneamente con la ilusión de dos buenas deportistas y con la posibilidad de que México obtuviera medallas en tierras asiáticas.
En estos momentos de crisis sanitaria mundial va nuestro respeto y nuestra solidaridad para los atletas que acudieron a unos Juegos Olímpicos, tal vez no como lo soñaron, pero que pese a estas condiciones ponen su mejor esfuerzo para demostrarle al mundo que cualquier dificultad tiene su manera de ser enfrentada y vencida. Un abrazo especial para los chihuahuenses Alegna González, Byanca Melissa Rodríguez, Daniela Martínez, Francisco Pedroza, Adrián Mora, Rogelio Romero, Andrés Olivas y Horacio Nava, quienes, desde la pista, el ring, la piscina y el campo de futbol recibirán la mejor vibra de la gente valiente y leal que los espera con entusiasmo de regreso. El oro ha sido de ustedes siempre, aunque no venga en forma de medalla.
Maestro en Finanzas y en Administración de Recursos Humanos aruedam@hotmail.com