Dan preferencia a las adjudicaciones directas
La entrega de contratos sin concursos públicos fomenta la corrupción, advierte el Instituto Mexicano para la Competitividad
Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), las secretarías de Marina y Función Pública, y Diconsa entregaron al menos siete de cada 10 pesos de su gasto en adjudicaciones del año pasado, un mecanismo que propicia la corrupción, dice el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO)
De acuerdo con una investigación del instituto, Birmex fue la que más abusó de este esquema. La empresa estatal asignó 98 por ciento del monto destinado a compras públicas del año pasado en adjudicaciones directas, lo que equivale más de tres mil 800 millones de pesos.
Pablo Montes, coordinador Anticorrupción del IMCO, comentó a El Sol de
México que los resultados de la pesquisa dejan ver claramente que la Administración
Pública Federal ignora la ley que señala que la licitación pública debe ser la regla general en las contrataciones.
Según el Imco, las adjudicaciones directas implican mayor susceptibilidad a la corrupción y representa una barrera a la competencia en las compras públicas.
El Insabi destinó 12 mil millones de pesos en compras públicas sin licitación, lo que equivale a tres cuartas partes del monto total ejercido en 2020.
La Semar evitó los concursos públicos el año pasado al entregar directamente contratos por mil 900 millones de pesos, equivalente a 72 por ciento de su gasto.
La SFP, dependencia encargada de perseguir la corrupción en el gobierno federal, también entregó uno de cada 10 pesos de sus compras a través de una licitación.
Montes dijo que el comportamiento de estas instancias va en contra del discurso de acabar con la corrupción. El Plan Nacional de Desarrollo prohíbe las adjudicaciones para erradicar "el dispendio y la frivolidad".
Datos del Imco señalan que la proporción de contratos directos del gobierno federal se ha mantenido en 80 por ciento desde 2013, pero el monto ha venido al alza, hasta representar 43.3 por ciento del gasto de las dependencias. “A pesar de las recomendaciones, compromisos y del discurso, vemos que la tendencia del gobierno va al lado contrario”, añade.