¿Y los estudiantes con discapacidad?
La educación es uno de los derechos más importantes y esenciales para el desarrollo de las personas, porque es previo a descubrir y ampliar las capacidades individuales y brinda la posibilidad de aprendizaje, conocimiento, fomento de actitudes y despliegue de destrezas individuales y colectivas (Orduna, G. y Naval C., 2000). Además de que la educación de calidad se considera un elemento fundamental para que cualquier persona pueda participar plenamente en la sociedad, ya que promueve la libertad, la autonomía personal y, sobre todo, genera importantes beneficios para el desarrollo (Unesco, 2016a).
Ozcan Konur dice que en México como en el mundo, las personas con discapacidad aún viven en un mundo invisible, la inclusión de este sector de la población a la educación superior es reciente: “los estudiantes con discapacidad, desde hace tiempo, se les han negado las oportunidades de cursar los estudios superiores en todo el mundo”, afirmó el también científico de materiales. Este es un tema cada vez más recurrente en las mesas de investigación social y humanista, pero todavía no es suficiente para transformar las condiciones que los excluyen.
Según los datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014, indica que de cada 100 personas con discapacidad sólo 7 cuentan con educación superior. *En el año 2002, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) dio a conocer el “Manual para la integración de personas con discapacidad en las instituciones de educación superior”, en donde se plantean estrategias institucionales de inclusión. Seis años después se logró la “Declaración Yucatán”, para recordar el compromiso de las universidades con los derechos de las PCD.
Ante este panorama, existe mucho trabajo por hacer, como determinar las características de formación docente de quienes atienden a nuestros estudiantes con discapacidad, también las características de las leyes, reglamentos y protocolos generales y particulares de las instituciones educativas.
Para el tema que nos ocupa, acorde con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2014 internacional, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad plasma en su Artículo 24, el derecho que este sector tiene de gozar una buena educación y establece que: “Los Estados Partes reconocen el derecho de las personas con discapacidad a la educación.
Con miras a hacer efectivo este derecho sin discriminación y sobre la base de la igualdad de oportunidades, los Estados Partes asegurarán un sistema de educación inclusivo a todos los niveles, así como la enseñanza a lo largo de la vida” (ONU, 2006: 17).
En el contexto nacional, la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad en su Artículo 12 indica: “La Secretaría de Educación Pública promoverá el derecho a la educación de las personas con discapacidad, prohibiendo cualquier discriminación en planteles, centros educativos, guarderías o del personal docente o administrativo del Sistema Educativo Nacional” (Cámara de Diputados, 2016b).
La licenciada Cristina Treviño, coordinadora de la Red de Discapacidad de Chihuahua, que agrupa a 21 asociaciones civiles que atienden a las PCD, reconoce que son muy difíciles las condiciones educativas para sus miembros, señalando que en las instituciones de educación superior la principal causa de deserción son los problemas de movilidad, en segundo lugar el factor económico familiar y en tercer lugar la falta de empatía de los docentes.
Por ello es necesario fortalecer la formación docente en México con respecto a la atención a estudiantes con discapacidad en la educación superior, para lo cual es necesario estudiar qué hay en torno a ello, factores que propician el éxito de los estudiantes con discapacidad, un método que conlleve a detonar profesionales con discapacidad en todas las estructuras económicas del país e incluso analizar las acciones y los actores de países desarrollados en estos temas de formación docente y atención a grupos vulnerables con economías líderes en el mundo que permitan identificar un modelo acorde al caso de México.
Incluye los estudios técnicos superiores con preparatoria, licenciatura o ingeniería, especialidad, maestría y doctorado. Fuente: Inegi. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014/ Base de datos