DISFRUTA CADA RUTINA DESEA INSPIRAR
ALEXA MORENO RECORDÓ SU CUARTO LUGAR EN TOKIO 2020 CON UNA SONRISA, AGRADECIDA POR CADA ENSEÑANZA VIVIDA
Mexicali.- Qué cerca. Apenas 17 milésimas. Un número aparentemente insignificante.
Eso fue lo que separó a Alexa Moreno de una medalla de bronce en el salto de caballo en los JO de Tokio 2020. Los jueces, los sólidos saltos de la brasileña Rebeca Andrade, fue una combinación de todo para impedirlo. Nueve días después Alexa regresó a su natal Mexicali.
El cuarto lugar no le apena. Alexa ríe, siempre lo hace: “No sé a qué se deba que me ría tanto, debe estar en los genes, pero no siempre estoy sonriendo, pregúntales a los que me han visto entrenar”, expresa Moreno. Enseguida se quita el cubrebocas.
La ciudad de origen de la gimnasta es caliente, sofoca. El termómetro señala comúnmente 43 grados centígrados. En medio del árido lugar están las instalaciones de uno de sus patrocinadores. Una marca japonesa de automóviles. En un cuarto con aire acondicionado, fotografías, Alexa atiende al Diario de los Deportistas. Primero es conocer el origen. El inicio de sus marometas en las colchonetas. En 1997 comenzó toda la aventura.
“A mí mamá se le ocurrió llevarme a la gimnasia, de niña era muy activa, no me gustaba tanto, a mitad de cada cuatrimestre le decía que ya no quería ir, ella me pedía que me esperara a que terminara el curso porque estaba pagado, ya que se acababa me preguntaba si quería volver y yo le decía que sí, eso pasó hasta que dejé de decirle que no quería ir”, relata, junto a su bella sonrisa.
La culpable es su mamá Yenderina. Luego fue gusto propio.
“La gimnasia es todo, es gran parte de mi vida, lo he estado haciendo por 24 años casi, me ha dejado muchas cosas, muchas enseñanzas, he conocido a muchas personas, me ha dado muchas oportunidades y estoy contenta por eso”, enlista Alexa.
El 1 de agosto de 2021 la cachanilla mantuvo despiertos a miles de mexicanos en la madrugada.
Moreno pasó de ser criticada en Río de Janeiro 2016 por su aspecto físico a ser heroína, hasta fue hecha anime. Los saltos imperfectos de Mykayla Skinner y Seojeong Yeo entusiasmaron al país. El bronce u otro tono de metal estaba a la vista. Alexa corrió, se impulsó en el trampolín, giró en el aire y aterrizó bien, sin embargo, las calificaciones no le ayudaron.
Alexa rememora ese momento, fue triste, pero su rostro refleja lo contrario: “Es que casi siempre digo es mejor reír que llorar”.
Moreno quedó en paz. Ella disfrutó su competencia. Fue un trabajo silencioso al
Alexa Moreno espera que su pasión por la gimnasia inspire a nuevas generaciones a practicar esta disciplina en el país.
lado de su entrenador Alfredo Hueto.
“Recuerdo que estaba tranquila, tenía toda la semana pensando, me puede ir terrible en todos los entrenamientos, pero sé que el día de la competencia lo voy a sacar, sabía que me iba a salir bien, entonces, me sentí preparada, segura para ese momento, el calentamiento lo hice bien, no podía volverme loca con los saltos, escogerlos, era hacer lo mismo de siempre, no hubo estrés, desconcentración, me gustó lo que hice”, narra.
Alexa manifiesta entusiasmo, pero no siempre es de esa forma.
“La verdad sí hay momentos en los que de repente no saber si lo vas a lograr, si todo está valiendo la pena, no sé si voy a alcanzar a recuperarme o estoy al nivel de las demás, es complicado, entre lesiones y dudas de ti mismo, es un proceso difícil, para eso es importante tener personas a tu alrededor para apoyarte en lo que se pueda”, dice.
Alexa regresó cansada, quiere un descanso mental por algunos días o semanas.
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