Edgar Flores “Saner”
A México lo componen sus colores, su tradición y su rico imaginario poos pular. Esos elementos son el sello distintivocon el que nuestra cultura es reconocida alrededor del mundo.
La concepción de la muerte, su igura y la capacidad de hacerle burla, aunado al misticismo de las culturas originarias, han coronado por siglos las tradiciones y han logrado llamar la atención de propios y ajenos, que interesados se acercan y abrazan nuestras costumbres.
Saner logra aterrizarnos a un mundo místico en el que máscaras, leyendas y tradiciones fusionan el pasado con el presente, en una mezcla de contemporaneidad mágica sumamente contagiosa; logrando transmitir en un lenguaje de colores el México antiguo estampado en el presente.
Es fácil quedarse hipnotizado con cada personaje y los detalles que lo envuelven, la gama de colores, todo en conjunto logra transportar nuestros sentidos, al grado de lograr escuchar y saborear el paisaje.
Su obra se desenvuelve para contarnos una historia que viene de dos corrientes temporales, el choque de estas corrientes dan como resultado una ventana a un México colorido, a veces olvidado pero arraigado en la tradición y rescatado con elementos del presente, elementos propios de la cultura popular y del imaginario colectivo.
La semiótica de su obra nos hace evocar recuerdos no solo de una época ancestral, con las máscaras y la exquisita plumaria, sino en la memorabilia que encontramos en casa de nuestros abuelos, en el baúl de los recuerdos que aún atesoramos y que resaltan entre los brillos, colores y la belleza como el sagrado corazón.