"Hay que construir una comunidad solidaria"
El arzobispo Constancio Miranda Weckmann refirió en la misa dominical en la Catedral Metropolitana, que Jesús es capaz de liberar a la humanidad de la “sordera y mudez espiritual”, para construir una comunidad solidaria, por lo que llamó a pedir a Dios por ese milagro, y “ser empáticos poniéndonos en el lugar de los demás”.
Al referirse al evangelio del día, según San Marcos, citó cómo Jesús impuso las manos a un hombre sordo y tartamudo, y con meter sus dedos en los oídos y tocar su lengua, se hizo el milagro, pues comenzó a escuchar y a hablar sin dificultad.
“Mirando al cielo suspiró le dijo ´ábrete’ y se le abrieron los oídos, y empezó a hablar sin dificultad”, y aunque Jesús les mandó a los demás que no dijeran nada a nadie, con más insistencia lo proclamaban y todos estaban asombrados y decían ‘qué bien lo hace todo, hace oír a los sordos y hablar a los mudos’”.
El arzobispo afirmó que el Evangelio invita a ver a través de la narración del milagro la presencia salvadora de Dios, quien no hace los milagros para deslumbrar, “lo hace para declarar que viene a traer la salvación, que la presencia salvadora de Dios está aquí”.
“Vemos que el sordo que narra el evangelio de hoy es un hombre oprimido y con desesperanza, pero su fe y la de sus compañeros hace posible que Jesús lo haga pasar de la opresión a una liberación plena de vida”.
La narración del milagro, dijo, invita a la fe y muestra el camino por el cual se produce este milagro. “Una persona que no escucha a Dios y al prójimo, porque está encerrada en su egoísmo y sólo se preocupa por sí mismo, tiene una sordera más grave que la de orden física”.
Sin embargo, cuando una persona se encuentra con Cristo y es capaz de escuchar a los demás, se produce un milagro extraordinario