EL DÍA QUE EL MUNDO CAMBIÓ
A dos décadas del ataque terrorista más sangriento, el panorama internacional ha cambiado radicalmente en lo político, diplomático, militar y económico
Son las 8:46 horas del 11 de septiembre de 2001. El vuelo 11 de American Airlines se estrella contra la Torre Norte del World Trade Center en Nueva York. El ataque terrorista más sangriento está en marcha.
Un trueno en un cielo que parecía tan luminosamente azul. Es un 11 de septiembre y ataques previamente impensables golpearon a un Estados Unidos que se creía intocable tras ganar la Guerra Fría y destrozaron la ilusión de un futuro pacífico en el mundo.
Aquel día vimos en directo cómo aviones comerciales se estrellaban contra el World Trade Center de Nueva York, el Pentágono y un cuarto caía en Pensilvania, antes de llegar a Washington, gracias al heroísmo de los pasajeros que enfrentaron a los secuestradores.
Estamos en 2001 y los atentados más sangrientos de la historia acaban de golpear a la primera potencia mundial. 19 yihadistas afiliados a Al Qaida mataron a casi 3 mil personas ese día.
El enemigo número uno de Occidente se llamaba Al Qaeda. Después de 20 años, se volvió difuso y el panorama mundial cambió radicalmente en los ámbitos político, diplomático, militar y económico: las intervenciones de las potencias mundiales han fracasado, el yihadismo se ha expandido, el extremismo de derecha creció a la par de la polarización política y la xenofobia, mientras un vasto sistema de cibervigilancia global ahora monitorea a poblaciones enteras.
Y los talibanes, allá donde se originó todo, regresaron al poder con una retirada precipitada que humilló de nuevo a la primera potencia mundial. Este 2021, todo regresó al origen y todo ha cambiado.
EL FIN DE UNA ERA
La vida social de EU se transformó a raíz de los atentados. La sociedad perfecta fue penetrada por la amenaza externa.
Había un dicho que decía “hemos creído en la inocencia”, y es quizá la expresión más representativa dentro de las muchas que surgieron el mismo día del atentado y dan cuenta de la pérdida que significó para EU el desenlace.
“Desde el punto estratégico y militar, la guerra tuvo dos consecuencias: el retorno del yihadismo y el declive relativo de Estados Unidos en la región y a nivel general, y la era del poder estadounidense que aparentemente llegó a su fin”, considera el doctor José Luis Valdés Ugalde, Investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.
Para el investigador, estos 20 años de guerras preventivas e intervenciones militares, con el regreso de los talibanes al poder como epílogo siniestro, confirma la “fractura dentro del bloque aliado que conforman Estados Unidos con Gran Bretaña, Francia e Italia como seguidores”.
No obstante, el fin del intervencionismo Occidental en otros países se vislumbra lejos. Con el cierre de la guerra en Afganistán, Estados Unidos dio por terminada la era de las grandes intervenciones militares en otros países para entrar en la época de “la disuasión integrada” frente a sus grandes competidores, China y Rusia.
El propio Joe Biden lo dijo al dar por concluido el repliegue de Afganistán: se acabó rehacer o reconstruir otras naciones; Estados Unidos no quiere volver a mandar grandes contingentes militares a otros países para luchar contra el terrorismo o proteger la democracia, porque está a otra cosa.
Sin embargo, Valdés Ugalde considera que todavía es temprano para saberlo. En esto coincide Gabriela de la Paz, profesora de Relaciones internacionales del Tec de Monterrey.
“Los intervencionismos van a continuar, pero de otra manera. Euva a analizar con mayor detalle las intervenciones en el exterior, ya que si bien era justificada la guerra en Afganistán, no fue así con la de Irak, y los aliados occidentales buscarán tener mayor injerencia en la toma de decisiones la próxima vez que busque apoyo para una aventura como esa”, indica.
JOSÉ LUIS VALDÉS
INVESTIGADOR DEL CISEN
“La guerra tuvo dos consecuencias: el retorno del yihadismo y la era del poder de EU que llegó a su fin”
GABRIELA DE LA PAZ
INTERNACIONALISTA
“Los intervencionismos van a continuar, pero de otra manera. EU las va a analizar con mayor detalle”
Otro de los saldos del 11/S fue el resurgimiento de Rusia como rival estratégico y el surgimiento de China como el nuevo adversario número uno de Occidente.
Según la Evaluación de Amenazas Anual de 2021 de la inteligencia estadounidense, son China, Rusia, Irán, Corea del Norte, la pandemia, la crisis climática, los ciberataques y el terrorismo global, frente a los que el Pentágono plantea adoptar una estrategia integrando herramientas militares, económicas y diplomáticas para disuadir a adversarios como China.