Dos almas profundamente artísticas: Los Albers
investigadora y renombrada teórico del arte, fueron la pareja alemana pionera del modernismo del siglo XX.
Josef Albers (1888-1976), pintor, diseñador y pedagogo, y Anneliese Fleischmann, mejor conocida como Anni Albers (1899-1994), artista textil, grabadora, diseñadora, ensayista,
Dos almas destinadas a la creación, llegaron a unirse tan profunda y mágicamente para amar el arte al igual que el uno al otro. Su encuentro se dió en 1922 en la Bauhaus en Weimar, donde se dice que el caballeroso Josef, once años mayor que Anni, le ayudó a pasar el examen de ingreso, al parecer después de ahí no se volvieron a separar más, pues tres años después se casaron.
Entre ellos, crearon algunas de las obras abstractas más importantes del siglo XX. Anni tuvo su formación en el taller de tejidos de la Bauhaus, donde Paul Klee fue uno de sus maestros, ella en un principio quería ser pintora, pero en aquellos tiempos las mujeres eran agrupadas más bien en clases de tejido o cerámica, en 1977 Anni comentó :"¿Tejer? Eso lo encontraba muy blandengue. Yo estaba buscando un trabajo de verdad; me entregué al tejido sin entusiasmo, como la elección menos indeseable… Gradualmente las hebras prendieron mi imaginación".
Josef fue miembro del personal docente de la Bauhaus y después cuando emigró a Estados Unidos en la facultad de Black Mountain College; realizó diversas obras pictóricas sobre la teoría de la forma y el color, dando pie a sus series "Homenaje al cuadrado", inspirada en México, se le considera como uno de los precursores del Op art.
La pareja visitó México trece ocasiones, sus ideas y pensamientos fueron influenciados significativamente por nuestro país, del que hicieron recorridos por distintas regiones, en busca de sitios arqueológicos y artesanías locales. Josef Albers declararía que "México es verdaderamente la tierra prometida del arte abstracto".
Annie, enamorada de la cultura mesoamericana , reconocía a las tejedoras del Perú antiguo como unas de sus grandes maestras; comenzó a ensayar el grabado en los años sesenta, también incursionó en la joyería haciendo una colección inspirada en el tesoro de Monte Albán (Oaxaca).
La obra de Josef poseía una clara influencia de la arquitectura mexicana en la mayoría de sus dibujos y pinturas realizadas a finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta, siempre investigando y trabajando con el color.
"En México el arte está en todas partes" solían comentar.