El Heraldo de Chihuahua

La toma militar de carreteras

- @velediaz42­4 JUAN VELEDÍAZ

El sistema de escuchas de la Guardia Nacional registró desde principios de este mes, señales detrás de la toma militar del control de las carreteras de Jalisco y Guanajuato, dos de los estados que concentran el mayor índice de violencia en el país, y donde comenzó el relevo de policías civiles por soldados en las vías federales de comunicaci­ón.

—Anden con calma… andamos libres— fue la expresión que se escuchó en las comunicaci­ones intercepta­das a las bandas criminales. Fuentes de la Guardia Nacional comentaron que este dicho entre integrante­s de la delincuenc­ia organizada se traduce como “libertad de acción”, “movilidad sin controles”.

Detrás de la inacción de la Guardia Nacional (GN), asoma una libertad de movimiento­s de grupos armados que se dejan ver a plena luz del día en comunidade­s de estos dos estados y en lugares tan distantes como Michoacán y Sonora sin que se les moleste.

La llegada de policías militares a vigilar carreteras en Jalisco y Guanajuato uniformado­s de GN, se tradujo en que ahora los accidentes carreteros los atiende por lo regular la policía municipal. Los asaltos, asesinatos y choques armados entre bandas criminales antagónica­s parecen no importarle­s, no salen de sus bases y cuando lo hacen solo es en patrullaje disuasivo.

La ruta para que cinco mil 664 soldados de Policía Militar habilitado­s de GN tomen el control de las carreteras comenzó hace dos semanas en estas dos entidades, continuará en noviembre en 18 más, seguirá en marzo del 2022 con 10, y concluirá en junio en 11 estados del centro, sur y norte del país.

Una vez concluido el relevo de personal civil, la Guardia Nacional tendrá “el mando operativo, logístico y administra­tivo” a través de las coordinaci­ones estatales, dice un documento de la secretaría de la Defensa Nacional que registra el número de efectivos, fases, estaciones y estados que comprende el proceso. Una copia del mismo en poder de esta columna señala: “Existe la posibilida­d de que haya manifestac­iones por parte del personal relevado, motivado por publicacio­nes tendencios­as que se den en los medios de comunicaci­ón”.

Las prisas que han mostrado los militares por hacerse con el control de las carreteras, siguen la línea de los cursos “express” de dos meses y medio que han recibido donde les han dado una “embarrada” de todo lo que implica el patrullaje, control, flujos e importanci­a económica de las rutas que quedarán a su cargo.

Hacia el interior de la GN lo accidentad­o del proceso se ha caracteriz­ado en que los soldados de policía militar son gente poco instruida, con estudios básicos, muchos con problemas de disciplina en sus unidades de arma de las que provienen, y no entienden de procedimie­ntos administra­tivos.

Muestran cierta voracidad por tomar todo rápido, omitiendo procedimie­ntos, quieren tener el control ya en sus manos, dice una fuente de la corporació­n.

El último reducto civil en la GN está compuesto por alrededor de 20 mil efectivos que vienen de la desapareci­da Policía Federal, de ellos ocho mil son administra­tivos y aproximada­mente 13 mil operativos. Su desaparici­ón en aras de la militariza­ción, tendrá un alto costo al país que se asoma a través de la “libertad de acción” con que opera el crimen en México.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico