Buscaron siguiera preso a toda costa
Presentará 84 denuncias penales en contra de Javier Corral, jueces y exfuncionarios de la Secretaría de Hacienda, Auditoría Superior del Estado y ministerios públicos
Aún atado a un sistema de geolocalización por el cual paga 5 mil pesos mensuales, con 8 kilogramos menos de peso y con una notable “rabia” de haber compurgado cuatro años y 12 días de prisión, el exauditor Jesús Manuel Esparza recuerda cada uno de los días que se mantuvo en prisión y destaca que en ese periodo sólo fue una víctima de tortura, de un proceso elaborado con falsos testimonios, amenazas y de muchos cobardes.
Un cuarto de dos por tres metros, permiso de salida de una hora al día para estirarse, la negativa de servicios de salud, limitar la alimentación, amenazas con detención de su familia, falta de limpieza y con el foco prendido todo el día, fueron algunos métodos de tortura que utilizaron para que declarara en contra del exgobernador César Duarte, lo cual quedó evidenciado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Derechos Humanos de la ONU, CNDH, Cámara de Diputados, Cámara de Senadores, así como la Secretaría de Gobernación y la FGR.
Toda la trama comenzó cuando en diciembre de 2010 fue nombrado como auditor superior del estado, electo por 32 de los 33 diputados del Congreso del Estado, para ocupar el cargo por un periodo de siete años, pero nunca se imaginó que sería este cargo que lo llevaría a tocar “fondo” y poner en riesgo hasta su propia familia, quien estuvo a punto también de pisar la cárcel.
A pesar de catear la Auditoría, a cuatro años, el contador Esparza dice que no han podido encontrar absolutamente nada de evidencia, ya que él no había ocultado o borrado algo, sino que se trataba de una “perversidad” y de lo “enfermizo” que fueron durante la anterior administración lo que le ha permitido ganar 19 amparos y dos sentencias absolutorias, por no haber algún elemento en su contra.
Jesús Esparza recuerda uno de los momentos más difíciles que tuvo que enfrentar en su vida, que fue la persecución de un aparato estatal, seguido de un problema familiar que creó su exyerno, Guillermo Modesto, mismo a quien acusó de haber golpeado, pateado y escupido a una de sus hijas, a quien incluso, destaca, la Fiscalía utilizó para elaborar una declaración en su contra a fin de que no fuera llevado a prisión por esta violencia familiar.
Recuerda que a fin de no “pisar” la cárcel, Guillermo Modesto Avendaño decidió negociar con la Fiscalía General y declarar cualquier cosa en su contra, incluso decir que se encontraba escapando del país cuando se encontraba en Chiapas, donde en junio de 2017 lo capturaron, cuando se encontraba en un viaje familiar.
“Yo no estaba escapando, he tenido el mismo celular por años, ese día me marcó Jaime Herrera y le contesté, estaba perfectamente localizable, yo acudí con el doctor César Decanini a la Ciudad de México, al Hospital ABC, para que me realizara una operación”, afirma el exauditor al mostrar parte de la atención que tuvo en aquella ocasión.
Ya estando en prisión y luego de exhibirlo como uno de los delincuentes más buscados, recuerda dos episodios importantes, el primero la presión que realizó el gobierno de Javier Corral para que les firmara un documento en blanco y un supuesto pago por 6 millones de pesos que le exigían para no pisar la cárcel.
Lo apodaban como “el Meño”, pero su nombre verdadero era Carlos Emmanuel Aguirre, un supuesto socio de Maclovio Murillo, quien también fungió como consejero jurídico del gobierno de Corral, mismos a quienes identifican como intermediarios del gobierno del estado y del ahora ex fiscal general, César Peniche.
“En prisión fue el Meño para solicitarme tres cosas: primero, que les diera la ruta del dinero, que les firmara una declaración en blanco contra César Duarte y me solicitaron un pago de 6 millones de pesos, esto con el fin de que no giraran órdenes en contra de mi esposa y familia, a lo cual sólo lograron reunir 2 millones de pesos, que le fueron entregados a este representante”, indicó.
A inicios del mes de septiembre, a través de su abogado, el contador Esparza presentó una denuncia en contra de Maclovio Murillo y Carlos Emmanuel Aguirre, a fin de que fueran investigados por estos hechos, ya que considera que fue una extorsión para que su familia no pisara la cárcel.
Otro de los recuerdos que se llevó del Cereso 1 de Aquiles Serdán, dijo que fue la desesperación y la forma en que casi pierden la vida, ya sea por suicidio, contagio de covid y la poca atención médica, como ocurrió con José Joaquín Lázaro López, quien en 2020 murió ante la negativa de trasladarlo a un hospital.
Recuerda que los jueces y las autoridades eran duros y no les importaban las condiciones de salud, pues un sábado un médico solicitó llevar a Lázaro López a un hospital, pero no fue hasta el martes que hicieron el traslado ya en un estado muy crítico y finalmente horas más tarde murió en la cama de un hospital.
“Por respeto a las familias, varios de los que estaban ahí tenían planeado clavarse una pluma en el cuello para desangrarse, otro tenía una cantidad de medicamentos para suicidarse, otro se quería colgar, todos de la Operación Justicia para Chihuahua, el grado fue que no todos tuvimos la fuerza, algunos tuvieron que recibir atención psicológica, me consta”, detalló.
“Me iniciaron 13 causas penales, el objetivo era tenernos ahí, le dije al juez Luis Carlos Flores: señor juez, en un caso hipotético, de que a mí me juzgaron porque salí de una tienda sin pagar una cartera de huevos, me deben enjuiciar por la cartera de huevos, pero aquí la Fiscalía, a huevo a huevo me quieren tener aquí, en lugar de que me procesen por toda la cartera, los hacen uno por uno y lo digo con respeto y con fina ironía”.
Por todo lo que sufrió en prisión, diciéndose inocente, dijo que a menos de que termine el año presentará 84 denuncias penales en contra de quienes lo llevaron y mantuvieron en prisión, comenzando desde Javier Corral para abajo, es decir César Peniche, jueces, ministerios públicos, exfuncionarios y todos los que participaron en estos hechos.
A inicios del mes de septiembre, a través de su abogado, el contador Esparza presentó una denuncia en contra de Maclovio Murillo y Carlos Emmanuel Aguirre
“No me querían enjuiciar por la cartera de huevos, sino huevo a huevo me querían en prisión”
“Yo no los puedo perdonar ni olvidar, espero que las leyes se encarguen de ponernos a cada quien en nuestro lugar, a ellos y a mí”