Comentario al Evangelio: "No saben lo que piden"
Santiago y Juan se acercaron a Jesús para pedirle un favor. Son mencionados como los hijos de Zebedeo. En el evangelio de Mateo se nos narra que es su madre la que se acerca a Jesús y de rodillas le pide este favor (ver Mt 20,20). También son conocidos con el sobrenombre de Boanerges, que el mismo Jesús les puso, es decir, hijos del trueno. No se nos dice por qué este apodo, pero, a lo mejor tenemos una pista en Lc 9,54, cuando, al emprender su último viaje a Jerusalén y atravesar por Samaria, no quisieron recibirlo en un pueblo; y entonces, Santiago y Juan le propusieron a Jesús: "¿quieres que mandemos que baje fuego del cielo y los consuma?", al estilo de lo que hizo el profeta Elías (ver 2Re 1).
Santiago y Juan le piden a Jesús que les conceda sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda cuando se manifieste su gloria. Parece ser que ellos pensaban, no en la gloria eterna, sino en algo más modesto, pero muy atractivo. Esto se refleja, por ejemplo, en los discípulos de Emaús cuando le dicen al desconocido compañero de camino: "Nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel" (Lc 24,21); y, en los mismos apóstoles, que, a Jesús resucitado, antes de ascender al cielo, le preguntan: "Señor ¿vas a restablecer ahora el reino de Israel?" (Hch 1,6). Por eso Jesús les contesta: "No saben lo que piden" (Mc 10,38). Qué lejos están de comprender la diferencia entre "todo esto te daré, si te postras y me adoras" (Mt 4,9; Lc 4,6-7) y "me ha sido dado todo poder en el cielo y sobre la tierra" (Mt 28,18). Para lo cual ha tenido que realizar un camino de abajamiento (kénosis; ver Fl 2,6-11). (CEDIC)