El pasado viernes 29 de octubre
con gran entusiasmo acompañamos a un grupo de adolescentes que ganaron un recurso de amparo para que se les aplicara la vacuna contra Covid-19, sin embargo, el antídoto les fue negado por las autoridades federales que se encargan de administrarla, violentando así la ley y el derecho a la salud de nuestros jóvenes de entre 12 y 17 años.
Bochornosa es la situación en la que autoridades federales son cómplices de los caprichos de un grupo político que se cree dueño de la vida de los ciudadanos, de todos los mexicanos, al pretender ellos tener la última palabra y decisión, en un ejercicio claro del necropoder que deja vivir o morir a los individuos según sus macabros intereses, designios autoritarios de un intento de hegemonía partidista.
Fuera de tintes políticos, la salud es un derecho y como derecho debe ser procurado para todas las personas que estamos sujetas a las leyes mexicanas, por igual y sin privilegios, sin distinción de clase o edad. Ningún servidor público puede imponer su voluntad, independientemente de su cargo y responsabilidad. Entendemos que ayer las necesidades eran otras, que la vacuna debía ser en fríos términos “administrada” porque no contábamos con el número suficiente para inmunizar a todo el país en una sola jornada.
Actuamos con responsabilidad y nos sometimos a las indicaciones de la Federación porque las consideramos prudentes, sin embargo, a estas alturas de la pandemia nos parece inconcebible la limitación que irreflexiva se dicta desde arriba, sobre todo porque desde allí se tomó la decisión de regresar a las aulas, un retorno que se ha presumido como seguro, pero que es todo lo contrario, un peligro real y negligente para nuestros estudiantes y maestros.
Por ello es que el gobierno de Parral se unió a la causa de procurar la vacuna a todos nuestros estudiantes, para minimizar
el riesgo y en el entendido de que todos contamos con cierto grado de vulnerabilidad, unos más que otros, pero la vacuna en estos momentos no escasea y de ser así, tenemos que gestionarla al grado de que sí llegue para todos.
Nuestro compromiso en este sentido es garantizar el derecho a la salud a todos los ciudadanos, en Parral hemos implementado diversas estrategias en este tema para brindarles a los estudiantes un poco más de certidumbre, desde efectivos cercos sanitarios hasta la dotación constante de insumos como gel antibacterial y cubrebocas a las escuelas.
No todo se ha quedado ahí, también asistimos a un importante número de jóvenes en edad escolar para que interpusieran su respectivo amparo y así accedieran a la vacunación. Logramos que cerca de 400 estudiantes lo obtuvieran, pero sus derechos y la misma ley fueron violentados en un ejercicio desmedido de poder, de naturaleza despótica, prácticamente en un absurdo.
A través de este espacio reafirmo mi compromiso con los ciudadanos, porque no permitiremos más vejaciones. A las autoridades federales les repito: Esto no nos va a detener, lucharemos sin descanso para proteger a nuestros hijos e hijas, agotaremos todos los medios legales con el fin de que a nuestros jóvenes se les respeten sus derechos, sobre todo aquellos que les fueron otorgados por mandato judicial y que les fueron negados por despotismo.
Licenciado en derecho burocrático y Alcalde de Parral