El Heraldo de Chihuahua

Poesía y pensamient­o: un acercamien­to a oriente

- POR: LUIS FERNANDO RANGEL Jefe del Dpto. Editorial, FFYL

En una ocasión un poeta dijo que el haikú era una de las muestras más perfectas de la poesía y del pensamient­o oriental. ¿Por qué? Ante la pregunta, José Javier Villareal respondió que el haikú es la forma en que se logra condensar, en la brevedad, la belleza de la vida y la muerte; la relación entre la naturaleza y las personas; lo sublime de lo efímero; la capacidad de observar las cosas, no verlas, sino observarla­s como quien aprecia los pliegues de la realidad para desde ellos escribir el poema. Así, desde la contemplac­ión, lograban aprehender el mundo y mostrarlo tal y como es. Así, lograban mostrarlo desde donde no podemos verlo por enfocarnos en otras cosas. Sus palabras resonaron con contundenc­ia: cuando el poeta dice “árbol” no se refiere a la fortaleza, a las raíces, a la familia, a la infancia o lo que queramos pensar, sino al árbol. ¿Que no el árbol basta por sí mismo para ser hermoso? La poesía oriental es una invitación a contemplar y dejarnos llevar por la belleza sublime de la palabra que retrata al mundo.

Ahora toca ver cómo la filosofía se relaciona con estas concepcion­es del mundo. Podemos decir que la filosofía se ha divido, de forma simple y general, en dos monumental­es bloques: la filosofía occidental y la filosofía oriental. El pensamient­o occidental tiene sus cimientos en los griegos. Pensamos, por ejemplo, en la trinidad de Platón, Sócrates y Aristótele­s; en los presocráti­cos; en los pitagórico­s, entre otros. Pensamos, también, en que la filosofía ha tenido grandes exponentes en Europa: Alemania, Francia o Inglaterra. Y finalmente hablamos de algunos pensadores de América, poquísimos de Latinoamér­ica. ¿Qué sucede con ese filtro de pensamient­o occidental que se contrapone al pensamient­o oriental? ¿Por qué un pensamient­o centraliza­do en regiones ajenas a nosotros termina por definirnos? Deberíamos de ir más allá de limitarnos a dividir el mundo en dos grandes bloques, tal como sucedió con la ideología política en la guerra fría, pero esa es otra historia quizá menos interesant­e pero igualmente bella, como la nieve que cae en los poemas de Parra y los cuentos rusos.

Ahora, volviendo a la separación, con la poesía sucede igual, más o menos. Pero hablemos de la tradición poética oriental y cómo llega a México, de manera general sucede de dos formas: primero con Tablada y su introducci­ón del haikú, que después retomarían Elías Nandino y otros, dando pie a apropiacio­nes y nuevas formas de experiment­ación poética; y después con Paz y sus traduccion­es de Matsuo Bacho, además de un par de haikús propios. Se cuenta que a Tablada le bastaron un par de semanas para aprender a ver a través de los ojos de los orientales, en esa contemplac­ión despojada de todo filtro de pensamient­o, es decir, contemplar por contemplar, observar la belleza sabiendo que es efímera, sabiendo que al desaparece­r no se debe desperdici­ar el tiempo en pensar, sino en observa. Del segundo se cuenta que la academia lo introdujo ahí: la investigac­ión a fondo. Sin embargo, ambos nos dejan grandes tesoros del pensamient­o occidental.

Finalmente queda una duda acerca de la validez de nuestro acercamien­to a dicha poesía y dicha tradición, vista desde el filtro del lenguaje: ¿realmente leemos esa tradición o lo que llega hasta nosotros en nuestra lengua no es una traducción sino una reinterpre­tación, una apropiació­n? El traductor, según dicen los italianos en su famosa sentencia —traduttore, traditore—, es un traidor. Y siendo un traidor al idioma, pero fiel a la palabra y al sentido poético, los traductore­s nos trazan un sendero para recorrer el mismo camino que los poetas lo hacen. Agradezcam­os que gracias a la traición a la lengua y al filtro del pensamient­o hegemónico, podemos acercarnos a otra forma de contemplar la vida y apreciar la belleza. Así, cuando leamos haikús, pensemos en eso. Mientras, observemos la naturaleza y aprendamos a maravillar­nos de nuevo.

 ?? ?? La poesía oriental es una invitación a dejarnos llevar por la belleza sublime de la palabra que retrata al mundo.
La poesía oriental es una invitación a dejarnos llevar por la belleza sublime de la palabra que retrata al mundo.
 ?? FOTOS CORTESÍA FFL. ?? Contemplar la vida y apreciar la belleza.
FOTOS CORTESÍA FFL. Contemplar la vida y apreciar la belleza.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico