La orquídea colombiana
Desde 1936, la orquídea (cattleya trianae) es reconocida como la flor emblemática de Colombia. Su nombre es un homenaje al botánico colombiano José Jerónimo Triana, es endémica del alto Magdalena y donde casi, por un motivo fortuito, la pintora chihuahuense Yesenia Holguín llevó su obra “Mujer Orquídea”, hasta las también tierras del café.
La orquídea colombiana es mundialmente conocida, reconocida, admirada y me atrevo a decir amada por cientos de miles de personas, ha sido musa de grandes poetas como Jaime Torres Bodet, quien escribió en uno de sus poemas: “Flor que promete al tacto una caricia, más que el otoño de un perfume, suave y que, pensada en flor, termina en ave porque su muerte es vuelo que se inicia”.
Pero de igual manera el poeta y periodista mexicano Efraín Huerta también dedicó algunas líneas a esta bella flor: “Perfecto, bajo el cielo, lámpara de mil sueños, ilumíname. Amor. Orquídea de mil nubes, desnúdate, vuelve a tu origen, agua de mis vigilias, lluvia mía, amor mío”.
Un 27 de julio de 1963 en el Paraná, Argentina,
en un local que había funcionado como redacción de la revista “Orquídea” quedó plasmada la firma de Jorge Luis Borges en una de sus paredes, una redacción que dejó de funcionar en la década de los 50´s y que posteriormente sería sede del Fondo Nacional de Cultural, en esta historia que les cuento quedó detrás de un empapelado la firma del afamado escritor argentino, así como de otras figuras de la literatura latinoamericana.
A principios de este año, a invitación especial de la Asociación de Cultura y Arte (AsoCuArt), que dirige Marcela Feria, la artista chihuahuense Yesenia Holguín envió 15 obras a la exposición internacional de Colombia, esto como primer acercamiento a su exposición individual, que derivó en que “Mujer Orquídea” fuera montada en el Museo Casa del Virrey, en Cartago Valle, Colombia.
Para la chihuahuense la emoción, alegría, satisfacción, expectativa, todo lo que imaginó conforme avanzaba su camino en la pintura, sabía era algo que se podría lograr, justo como sus amigos, familiares y seres queridos se lo decían desde pequeña. Al llegar a la ciudad impartió un taller de paisaje con acrílico para 12 jóvenes que forman parte del semillero de Asocuart, algunos era su primera vez que tomaban papel y pintura, otros ya con experiencia, algunos con técnica desarrollada. Y ha sido una experiencia que ha abierto la posibilidad para Yesenia Holguín de iniciar algo similar en Chihuahua.
Otras de las actividades fue el conversatorio con la asociación Crisálida poética, que bajo la dirección de Adiela Londoño de Copete, habló de arte y poesía con mujeres poetas y escritoras colombianas.
“Fue una experiencia muy nutritiva, por el arte y cultura de este país… Continua mi visión de llevar mi arte fuera de México, porque la pintura es un trabajo que requiere tenacidad, y una buena labor de gestión”, finalizó la artista.
El tiempo es el problema, el enigma, mencionó alguna vez el escritor argentino Jorge Luis Borges, aquí el problema es el espacio, por lo que dejaremos este tema, porque de entre las casi cuatro mil especies, la trianae tiene la mayor diversidad de colores con más de 70 tonalidades diferentes y “Orquídea” es un tema que nos daría para 70 mil palabras y hoy solo dejamos 548.
Bajo la dirección de Adiela Londoño de Copete, habló de arte y poesía con mujeres poetas y escritoras colombianas.