Mejía Barón, vital en el giro de Pumas
A Pumas no le iba bien, no sólo no tenían gol, sino que estaban en las últimas posiciones y con todo en contra. Incluso, hasta tuvieron protestas por parte de la porra antes de su compromiso ante Puebla, mismo que ganaron, luego de darse los reclamos de la gente.
Sin embargo, coincidencia o no, la situación con los auriazules vino de menos a más desde que Miguel Mejía Barón arribó a la institución y tomó el lugar que tenía Jesús Ramírez, en la vicepresidencia del equipo y hasta con más áreas, de las que se hace cargo. Hoy, tanto él como Andrés Lillini, entrenador del equipo, tienen a Pumas en los cuartos de final, luego de rescatar la clasificación al repechaje en los 45 minutos ante Cruz Azul.
El arribo de Miguel Mejía Barón se dio en los primeros días de septiembre, luego de que, a través de boletines, se anunciara la salida de Jesús Ramírez. Su primera decisión no fue sencilla. Lillini le solicitó contratar a un delantero, pero tenían que arreglar primero la situación de Gabriel Torres. Arreglaron con el panameño y consiguieron fichar a Diogo de Oliveira, lo que sirvió también como llamada de atención para el resto del plantel. Curiosamente, las victorias comenzaron a llegar en el torneo, a raíz de esta decisión.
La labor de Mejía Barón no está sólo en las decisiones a nivel institucional, sino que, como todo buen ex futbolista, su deseo fue el de ubicarse lo más cercano al terreno de juego. Por lo que siempre está presente en cada entrenamiento del equipo y en cada partido. Incluso, Andrés Lillini reconoció que es un afortunado por contar con su presencia.
Otra de las decisiones que tomó Mejía Barón fue la de incorporar a Jorge Vantolrá, quien como auxiliar del Doctor quedó campeón con los auriazules en la temporada 199091 y desde el mes pasado funge como gerente deportivo en el club. El repunte de los felinos es un hecho, la mano de Barón se notó, pues en diez encuentros solamente contabilizan un par de descalabros y están en la fiesta grande. El equipo tiene otro chip y disputa cada minuto con mucha garra y corazón. /