La sequía, de nuevo presente en nuestro estado
Para lo que resta del presenta año, y hasta la primavera del 2022, los meteorólogos ya han alertado sobre la presencia del fenómeno de La Niña. Cuando esto ocurre, la precipitación aumenta de manera considerable en los estados del centro y sur del país. En cambio, en el norte se presenta el fenómeno inverso, es decir, escasez de lluvias.
De acuerdo con los pronósticos de la Comisión Nacional del Agua, las proyecciones de precipitación para los últimos tres meses de este año, y principios del 2022, indican una importante disminución de las lluvias con relación a las que normalmente ocurren en estos meses. Para el mes de septiembre, el promedio de lluvia en el estado es de 73.4 mm, sin embargo, la lluvia presentada este año fue de sólo 26.1 mm, es decir, un 35.5% de lo normal. Para el mes de octubre, el pronóstico inicial de la Conagua era de un 53.5% de la lluvia normal, sin embargo, lo ocurrido fue de sólo un 28.5%. El pronóstico para el mes de noviembre es aún más desalentador con sólo un 15.5%; para diciembre se pronostica un 60.8% y para enero un 32.7%. Para el todo periodo septiembre-enero, se espera por lo tanto, que sólo se presente un 35% de la lluvia que debería ocurrir.
Esta situación debe sin duda alertar a las autoridades, tanto federales como estatales, y sobre todo a tomar todas las medidas necesarias para enfrentar un nuevo periodo de sequía severa que se pronostica y que ya ha empezado a presentarse. Ya vivimos las graves consecuencias de la sequía ocurrida desde finales del 2020 y hasta mediados de este 2021. Si esta situación prevalece, hay muy alta probabilidad de que nuevamente se presenten importantes afectaciones en los sectores agrícola y ganadero, además del alto riesgo por presencia de incendios en las zonas forestales del estado.
Con las actuales condiciones, es muy probable, casi seguro, que al final del invierno y durante la primavera del próximo año, nuevamente se presenten en el estado incendios forestales, en número y extensión similares a los que ocurrieron este año. De ahí la importancia del exhorto recientemente aprobado por unanimidad en el Congreso del Estado, a iniciativa del diputado Noel Chávez Velázquez, para que las autoridades federales y estatales, encargadas de atender al sector del medioambiente, destinen el próximo año suficientes recursos presupuestales y de manera oportuna, para el programa de prevención y combate de incendios forestales.
Hasta ahora, desafortunadamente en el ámbito federal, a la Conafor se le aprobó un presupuesto para el año 2022, de sólo 2,440 millones de pesos, cantidad que representa un 34 % del presupuesto que se le asignaba en promedio hasta el año 2016, que era de 7,100 millones de pesos. Esta situación nos pone a pensar entonces, ¿cómo pretende nuestro país cumplir con el compromiso signado en la reciente cumbre climática de Glasgow, de alcanzar la tasa cero de deforestación para 2030? ¿Será entonces que nuevamente tiene razón Greta Thunberg, al decir que en esta cumbre los líderes mundiales han vuelto a quedarse sólo en el discurso?