LOS PRÓXIMOS ASTRONAUTAS
TAMBIÉN UN BORICUA
SE ENTRENARÁN en salidas al espacio, desarrollarán habilidades en robótica, aprenderán a manejar la Estación Espacial Internacional y también a hablar ruso
“Será increíble experimentarlo físicamente yo mismo”, dice. “Como médico, lo veo de una forma muy diferente, (...) y pienso que el conocimiento médico va a permitir que las personas se mantengan sanas y a salvo al ir hasta allí”, dijo refiriéndose a la Luna y después a Marte.
Este hijo de padres originarios de India y Ucrania está habituado a trabajar en complicadas condiciones de emergencia. En 2010 acudió a Haití para ayudar tras el devastador terremoto que sacudió a ese país. Y en 2015 aterrizó por azar en Nepal pocos minutos antes de otro sismo, donde también ayudó a atender a los pacientes que abarrotaron los centros de salud locales.
Los futuros astronautas se mudan a Texas para cursar su formación, que recibirán en el centro espacial Johnson. Se entrenarán en salidas al espacio, desarrollarán habilidades en robótica, aprenderán a hacer funcionar la Estación Espacial Internacional, así como también a hablar ruso.
“Será un gran cambio para nuestras familias, pero es una nueva aventura muy emocionante”, asegura Williams.
El puertorriqueño Marcos Berríos, otro de los diez candidatos a astronauta seleccionados por la NASA, sueña con contribuir al desarrollo de los vehículos nuevos que se están construyendo para viajar al espacio y con pisar él mismo la Luna.
“A mí me encantaría primero que nada poder contribuir, usando mi experiencia como ingeniero y piloto de prueba, al desarrollo de los vehículos nuevos que se están construyendo ahora y que muchos de ellos sí nos van a llevar hacia la Luna”, aseguró Berríos en entrevista con la agencia EFE.
Según el ingeniero aeroespacial y mayor de la Fuerza Aérea de EE.UU., hay “varias similitudes entre un helicóptero y el vehículo que van a usar para aterrizar en la Luna” y sus conocimientos pueden aportar al proceso.
“Ya vemos que se está formando parte de la visión de regresar a la Luna y luego a Marte y te digo que se siente la emoción, simplemente estando aquí se siente la emoción”, dijo el aspirante, de 37 años.
“Sabemos que poco a poco, paso a paso, vamos a regresar a la Luna en 2025 y en los años que siguen vamos a regresar y nos vamos a quedar, y al mismo tiempo estamos ya empezando actividades en Marte para poder usar lo que aprendemos en la Luna para llegar a Marte”, agregó.
Sobre si su sueño es ir a la Luna, el puertorriqueño no lo duda: “Todavía me quedan dos años de entrenamiento, así que no me quiero adelantar, pero seguro que me encantaría”, dice sonriente.