“El voto es más fuerte
que una bala” Abraham Lincoln
En el actual contexto económico, político y social de México, la revocación de mandato goza de una especial relevancia, debido al fuerte cuestionamiento existente en cuanto al desempeño de los gobernantes electos en los diferentes niveles de gobierno.
De acuerdo con lo establecido en el artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno; es entonces que nosotros, como ciudadanos responsables, seremos quienes a través del voto, elijamos a nuestros gobernantes a efecto de que nos representen de una manera adecuada, y de no hacerlo de esta manera; estaremos facultados para destituirlos; en el caso particular, del titular del Poder Ejecutivo federal, lo que incidirá en un mejor desempeño del presidente de la república.
Con la revocación de mandato se permite a la ciudadanía tener el control respecto de sus gobernantes. Es un mecanismo que garantiza un contrapeso real en el ejercicio abusivo, corrupto e impune del poder. En México, la corrupción pasó de un 50.9% en 2015 a 56.7% en 2017.
La revocación de mandato surge en Estados Unidos de Norteamérica en 1890 con el nombre de “recall”; en América Latina, los instrumentos de la misma, son de reciente creación, pues en comparación de otros países nos encontramos atrasados en temas de participación ciudadana.
El pasado 14 de septiembre del presente año, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley Federal de Revocación de Mandato, misma que nos señala que el inicio del proceso de revocación de mandato podrá solicitarse, por una sola ocasión, durante los tres meses posteriores a la conclusión del tercer año del período constitucional de quien ostente la titularidad del Ejecutivo federal por votación popular; atendiendo lo anterior la convocatoria para realizar la consulta sobre la remoción o no del presidente López Obrador, será emitida por el árbitro electoral, en este caso, el Instituto Nacional Electoral (INE), quien tendrá a su cargo la organización, desarrollo, coordinación seguimiento y cómputo de los resultados que arroje la consulta sobre la revocación de mandato.
Es así como en medio de fuertes polémicas y de un instituto que pretende limitar la democracia so pretexto de un tema presupuestal, el ejercicio de revocación de mandato se prevé llevar a cabo el domingo 10 de abril del 2022, en caso de que se cumplan todos los requisitos legales.
Por lo pronto, el pasado 25 de diciembre del presente año se cumplió con uno de los requisitos, que es que los promoventes de esta consulta reúnan las firmas de apoyo de al menos el 3% de los electores del país, lo que equivale a 2.7 millones de firmas, entregando la organización “Que siga la democracia”, casi 10 millones de firmas.