¿Qué esperar en 2022?
Las “calamidades” externas que nos esperan: Ómicron, inflación y crisis alimentaria
El retroceso del gasto público ascenderá a un 2.5% del PIB mundial, cinco veces mayor que las medidas de austeridad en 2018, según Bloomberg Economics.
Es temprano para un veredicto definitivo sobre la variante Ómicron de Covid-19. Aparentemente más contagioso que sus predecesores, también puede resultar menos mortal. Eso ayudaría a la economía mundial con un crecimiento al 5.1 por ciento desde el pronóstico base del 4.7 por ciento.
Se esperaba una inflación del 2 por ciento en 2021 para los Estados Unidos. En cambio, está cerca de cerrar en 7 por ciento, lo que obligará a la Reserva Federal a incrementar sus tasas de interés. La subida de las tasas más altas de Estados Unidos generalmente impulsa el dólar y desencadenan salidas de capital en los países emergentes (nosotros entre ellos), y en ocasiones crisis monetarias. Los salarios, que ya están aumentando rápidamente en Estados Unidos, podrían subir más. Las tensiones entre Rusia y Ucrania podrían hacer subir los precios del gas.
Una combinación de los efectos de Covid y el mal tiempo ha llevado los precios mundiales de los alimentos a niveles récord y podría mantenerlos elevados el próximo año.
Dado que el cambio climático trae más fenómenos meteorológicos perturbadores, es posible que los precios de los alimentos sigan aumentando.
Se prevé una escalada entre China continental y Taiwán, desde el bloqueo hasta la invasión directa, podría llevar a una guerra de superpotencias en el peor de los casos, pero los escenarios que no llegan a eso incluyen sanciones que congelarían los lazos entre las dos economías más grandes del planeta.
En el plano doméstico, el gobierno mexicano insiste en menospreciar los efectos del Covid-19 y sus variantes. Recientemente opinaron que la vacuna a los niños no es necesaria, sólo en Europa. Todavía sigue bajo el porcentaje de los mexicanos vacunados, además de la falta de todo tipo de medicamentos y con ellos las vacunas para todas las demás enfermedades, campo en el que México era ejemplo mundial por sus campañas de vacunación. Es una vergüenza y es criminal. Alguien deberá responder. Alrededor de 600 mil mexicanos muertos, de los cuales han sido 400 mil por negligencia gubernamental.
La nueva miscelánea fiscal pasada por el congreso mexicano sólo logrará el quiebre de algunas empresas, la disminución de la producción en otras y sobre todo continuar ahuyentando la inversión.
Falta recuperar casi 2 millones de empleos perdidos durante la pandemia para regresar a los niveles de ocupación registrados a inicios de 2020, que ya de por sí tenía una pérdida acumulada de otros 2 millones de empleos con respecto al fin de 2018. Y no se ve un programa serio por parte de la administración federal ni del congreso para solucionar este mal, considerando que muy bien puede agravarse para 2022. Y el régimen no debe olvidar que: “El hambre es un impulsor histórico del malestar social”.