El calvario de los niños autistas
DELICIAS.- “En nuestra familia en lugar de prepararnos con comida para las festividades, dónde la vamos a pasar, siempre tenemos que andar buscando primero que nada los tapones para los oídos, tratar de tener todo cerrado, tener a la mano llaves, la cartilla médica por si se llega a pasar algo mayor”.
Así lo dijo la señora Elizabeth Torres, madre de tres niños autistas, para quienes las fiestas decembrinas, lejos de representar un tiempo de convivencia alegre y pacífica, pueden convertirse en un verdadero Calvario por la detonación de explosivos en las calles.
“Este año particularmente hubo más actividad de lo que había habido el año pasado; no nada más fue en mi familia, fue en muchas familias que tienen personas con autismo. De hecho, una de mis amigas su hijo todavía trae estragos de estas fechas pasadas; aún no le ha podido bajar el nivel de ansiedad y anda sumamente inquieto, inclusive anda violento contra las demás personas, siendo que él nunca había sido así”, afirmó el ama de casa.
En el caso de su familia, Elizabeth y su esposo tienen que prepararse antes de los festejos navideños para cuidar que sus tres hijos no sufran crisis nerviosas. En ocasiones han tenido que irse a refugiar a sitios despoblados para no escuchar los estruendos de la pirotecnia.
“Los niños con autismo suelen tener eventos de mucho estrés ante este tipo de estímulos, porque son sensitivos auditivamente. Invitamos a la población a que concientice este tipo de situación: se pueden hacer fiestas sin necesidad de utilizar este tipo de artefactos; todos merecemos disfrutar estas fechas en compañía de nuestros seres queridos”, expresó.
Óscar Quiroz Guzmán, activista que preside la asociación Emprendedores Voluntarios Impulsando Delicias, comentó por su parte que emprenderán una campaña para generar conciencia sobre el mal uso de los artículos explosivos. Señaló que además de los niños y jóvenes con problemas de autismo, las mascotas y el medio ambiente también son perjudicados por la detonación de pirotecnia.