¿Cómo arrancamos el 2022? El panorama luce retador
LCHAVA CARREJO a consecuencia natural de lo anterior es que nos encontramos en un escenario de cada vez mayor debilidad institucional, prácticas opacas y sin rendición de cuentas. En lo social, vivimos una inseguridad creciente, con impunidad casi absoluta. Queda claro que la estrategia de “Abrazos no balazos” no funcionó, pero no se percibe una corrección de rumbo en la materia. La polarización es el pan de todos los días, impulsada desde el púlpito presidencial cada mañana. La pobreza va en aumento, según cifras oficiales del propio gobierno, ampliando las brechas de desigualdad en oportunidades y debilitando el tejido social. En lo económico, la tan esperada recuperación se ha detenido por debajo de las expectativas y peor aún en un ambiente inflacionario no visto en 20 años, asomando el fantasma de una estanflación que sería devastadora para las empresas y los ciudadanos. Las políticas públicas del gobierno federal han sido insuficientes, ineficaces y regresivas, en buena medida contaminadas por un alto contenido ideológico anacrónico. Empresas sin apoyos, inversión detenida, fuga de capitales, entre otras, hacen un coctel peligroso. Por si lo anterior no fuera suficiente, un manejo inadecuado de la pandemia, al principio con mensajes equivocados, luego, con un manejo político pernicioso de la vacunación, seguida de claras ineficiencias en el proceso y tozudez en la toma de decisiones, como la de oponerse a vacunar a menores de edad, negando el derecho a la salud a un segmento importante de la población. Como lo podemos ver, los retos para este 2020 son muchos y en muchos frentes, sin embargo, quisiera concentrarme en uno de ellos que considero fundamental: el fortalecimiento de las instituciones y órganos autónomos.
Desde la Coparmex impulsaremos estrategias para abonar en este objetivo, muy especialmente la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE). Bajo el #YoDefiendoalINE emprenderemos acciones que irán desde la comunicación y concientización a la sociedad, hasta las medidas legales que sean necesarias.
El contexto es delicado: Un claro y permanente embate a la institución desde el Ejecutivo y aliados políticos, un recorte del 26% de su presupuesto desde el Legislativo en una clara estrategia para asfixiarlo y debilitarlo, la trampa de la revocación de mandato y la inédita persecución política y hasta penal de los consejeros por ser considerados contrarios a los intereses del régimen.
Seremos proactivos, alzaremos la voz, concientizaremos a la sociedad y llamaremos a la acción.
Exigiremos el cabal cumplimiento a la ley como un hecho ineludible en un Estado democrático evitando el autoritarismo.
El gran reto será hacer consciente al ciudadano común de que defender al INE significa no sólo defender a la democracia, sino defender su propia libertad.