Nadal lo llevó a su sueño
EL ENCORDADOR JOSÉ ALFREDO OLIVARES RELATA CÓMO LLEGÓ AL PRIMER GRAND SLAM DE 2022
Cuando me invitó a ser encordador del Abierto de Australia se me cayeron los chones, es lo máximo estar en un Grand Slam. Ojalá pueda seguir teniendo estas oportunidades”
JOSÉ ALFREDO OLIVARES ENCORDADOR MEXICANO
Una foto con Rafael Nadal le abrió las puertas a José Alfredo Olivares López del "sueño” de su vida.
En una de sus experiencias en el Abierto de Acapulco, al encordador mexicano aprovechó para tomarse la fotografía del recuerdo con el tenista español, misma que colocó en las paredes de su tienda de artículos deportivos en un Club de la CDMX, sin saber que tiempo después sería la clave para su viaje al Abierto de Australia 2022.
Con el fabricante japonés de artículos deportivos, Yónex, buscando la forma de ingresar al mercado mexicano, el embajador en la región dio con Alfredo Olivares, quien le explicó el origen de esa postal. Estar junto a un ganador de 20 Grand Slams, es algo que nunca pasa desapercibido.
“Estaban buscando cómo era el mercado en México para ver la distribución, haciendo visitas en los Clubes, llegaron a mi tienda y vieron la foto con Rafa (Nadal). El representante de Yónex la vio y se sorprendió. Cuando me invitó a ser encordador del Abierto de Australia se me cayeron los chones, es lo máximo estar en un Grand Slam. Ojalá pueda seguir teniendo estas oportunidades”, comentó el capitalino de 48 años.
La invitación tardó en hacerse realidad. El primer contacto fue en 2019, posteriormente la pandemia alargó aún más la ilusión de Alfredo.
“Fue en el mes de junio del último año cuando me llegó la invitación de forma oficial. Soy el único mexicano, estoy con muchos asiáticos y europeos”, explicó.
La experiencia no ha sido fácil. La travesía comenzó el 26 de diciembre y tardó tres días en llegar a Australia. Al no recibir a tiempo la VISA de Estados Unidos, primero tuvo que viajar a Santiago, Chile, antes de tomar un viaje chárter rumbo a Sídney. Ahí pasó una noche antes de viajar a Melbourne, la sede del Grand Slam.
Todo esto con estrictos protocolos de seguridad contra el Covid-19: “Me pidieron la prueba PCR un día antes de salir de México, llegando a Melbourne me hicieron otra y los organizadores me dieron pruebas para hacérmela un día sí y un día no, proceso similar al que se realizó el año pasado en Acapulco”, platicó.
“Es una gran oportunidad profesional. Estoy muy feliz”, narró para ESTO el profesional que cuenta con 7 ediciones del Abierto de Acapulco, 4 del Abierto Los Cabos y múltiples series de Copa Davis de experiencia.
Ahora, ya en la sede del Abierto de Australia, el encordador mexicano es uno de los que ayudan a que jugadores reconocidos del “deporte blanco” como la japonesa Naomi Osaka, el australiano Nick Kyrgios, el canadiense Denis Shapovalov o el español Jaume Munar, entre muchos otros, puedan brillar en las pistas de Melbourne Park.