MODA Y ARTE
La industria de la moda y el arte tuvieron una productiva y mágica relación, pues la amistad de dos genios: Salvador Dalí y la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli, brindó surrealismo y elegancia a la moda, que se materializó en vestidos y sombreros icónicos.
Schiaparelli es una de las diseñadoras de moda más destacadas del siglo XX, autora de piezas que cambiaron para siempre el reino de la moda. Salvador Dalí no necesita presentación, pero la historia del trabajo que realizaron juntos sí. Fueron pioneros en realizar colaboraciones creando piezas conjuntas, gracias a su amor por el surrealismo.
Al parecer uno de los primeros diseños que hicieron fue el vestido con bolsillos que parecen cajones de una cómoda, Dalí ya había utilizado en su pintura anteriormente una silueta femenina que no muestra el rostro, en su cuerpo se ven varios cajones de los cuales con su mano abre uno situado en su abdomen. En el diseño de Schiaparelli aparecen cinco solapas de bolsillo en la chaqueta simulando la obra de Dalí.
Desde 1934 el español empezó a incluir langostas en su obra, las que veía como un símbolo de sexualidad femenina, tres años más tarde Elsa (impresionada por el "Teléfono Langosta” que nació en 1936 gracias a el dibujo Sueño de Nueva York- Un hombre encuentra una langosta en lugar de un teléfono) encarga al artista el dibujo que llevaría el vestido, obviamente una gran langosta, que fue ubicada en la falda, con la cabeza y tenazas hacia abajo. Este es el diseño más famoso de esta pareja de amigos artistas.
En 1933 Dalí había fotografiado a su musa Gala, con un zapato en la cabeza, recordando aquella imagen fuera de lo común (como todo lo que hacía el pintor) cuatro años después diseñó el sombrero con forma de zapato invertido para la firma de su amiga.
Otra pieza surrealista fue el vestido “Lágrima”, que formó parte de la colección Circus en 1938, su tela lleva estampados de rasgaduras y lágrimas que intentaban parecer carne animal desgarrada, lo acompaña un largo velo con lágrimas en tonos rosa y magenta.
El vestido esqueleto es otro diseño onírico, posee un tejido acolchado que da forma a las costillas, la espina dorsal y los huesos de las piernas, todas estas piezas demuestran cómo la moda también puede ser arte.
Cuando dos creativos se juntan , la unión no puede ser más que un manantial inagotable de originalidad,imaginación y atrevimiento.