El balance del primer año
Presenta acciones para enfrentar las crisis de Rusia, migración, polarización interna, inflación y pandemia
Precisamente la publicación de esta columna coincide con el primer aniversario de la administración de Joe Biden en Estados Unidos. Se cumplen exactamente doce meses de la toma de posesión del mandatario estadunidense después de una serie de complicaciones que culminarían con la famosa toma del Capitolio en Washington, DC por una turba de personas que irrumpieron de forma violenta en el recinto, tratando de bloquear el resultado electoral: ¡vaya imagen!
¿Cuál es el saldo de la Presidencia de Biden a un año de haber comenzado su gestión? Adelantaré la conclusión de este artículo ahora: no es positivo, al contrario (aunque ha habido cosas buenas, sin lugar a duda). Como lo he mencionado anteriormente hay dos asuntos que le han costado a Biden en términos de popularidad y que tiene a sus niveles de aprobación estancados en los 40s por ciento: la salida desaseada de tropas de Afganistán y el recrudecimiento del COVID en Estados Unidos (y con ello sus consecuencias, por ejemplo, la paralización de la economía y la elevada inflación). Pero más allá de ello, hay un elemento que tiene que ver con la percepción que la gente tiene de la persona del presidente: no lo ven como un líder fuerte, sino por el contrario, le adjudican adjetivos que demuestran lo contrario.
Ahora bien, no todo ha sido un fracaso. Durante los primeros meses de su administración se pudo vacunar a un número elevado de personas (al menos con una dosis) y se aprobó un plan federal bipartidista de infraestructura por casi dos trillones de dólares (la cifra es casi inimaginable).
Ello, por supuesto, ha sido minimizado por los negativos que mencioné antes. La pregunta más importante: ¿qué pasará este año con las elecciones legislativas y qué pasará en 2024 con las elecciones presidenciales? A ciencia cierta no sabemos, pero es casi seguro que el Partido Demócrata pierda el control en el Congreso en noviembre – y si no actúa rápido – la reelección (o la elección) en 2024.
Por último mencionaré dos cosas que podrían tener consecuencias para México: el tema económico. Muchas de las variables e indicadores económicos en nuestro país (como por ejemplo el tipo de cambio, las remesas, etc.) dependerán de cómo ataque Washington el tema de la inflación y las tasas de interés en 2022. Pero también, si la Casa Blanca busca a grupos afines y con quienes pueda tener una victoria rápida, debemos estar atentos a dos asuntos (casi antagónicos entre ellos): seguridad fronteriza y migratoria, y regularización de los jóvenes llamados "Dreamers".
En estos frentes la presidencia de Biden podría tener triunfos inmediatos (que aunados a una potencial contención del COVID y la reactivación económica) podrían sacar del atolladero a la actual administración rumbo a los comicios próximos.
En ocasiones anteriores hemos analizado la conveniencia que nuestro país actúe de forma proactiva y asertiva frente a tales retos. ¿Cómo podemos ayudarnos mutuamente a que las cosas marchen mejor para ambos países en los próximos meses? Creo que siempre hemos tenido claro que nos necesitamos el uno al otro, y además, así conviene a nuestros intereses.
WASHINGTON. El presidente Joe Biden dijo que su primer año en el cargo tuvo desafíos, pero también enormes progresos, y aseguró que no previó una obstrucción republicana tan fuerte.
Así, reconoció los pasos en falso dados ante una pandemia que aún está en su apogeo, pero elogió los avances en materia económica, al hacer un balance de su primer año en el cargo.
También admitió que tendrá que trocear su gran plan de gasto social y contra el cambio climático bautizado en inglés "Build Back Better" ("Reconstruir mejor") para lograr la aprobación de algunas de sus provisiones en el Congreso.
Sobre el manejo de la pandemia, exaltó los avances en materia de vacunación. "Pasamos de dos millones de personas vacunadas en el momento en que presté juramento a 210 millones de estadounidenses totalmente vacunados hoy".
Biden, admitió que su Gobierno debió hacer más tests para detectar el Covid-19 hace meses y que eso ha contribuido a la "fatiga" pandémica, sobre todo tras la llegada de la variante Ómicron
Asimismo, celebró la creación de deis millones de nuevos puestos de trabajo, "más puestos de trabajo en un año que en cualquier otro momento anterior".
En el tema de lucha contra la inflación, advirtió que requerirá un esfuerzo "a largo plazo", y atribuyó la vertiginosa alza de precios a los problemas en las cadenas de suministro provocados en Estados Unidos por la pandemia.
En temas de geopolítica, sobre la tensión en la frontera ucraniana, Biden también anticipó que Rusia pagaría un alto precio si decidiera invadir a Ucrania, incluyendo un elevado costo humano y un profundo daño a su economía.
El presidente demócrata recalcó asimismo que "no es hora de rendirse" en lo que respecta a las conversaciones con Irán para revivir el acuerdo nuclear de 2015. "Se están haciendo algunos progresos", celebró.
Sobre Latinoamérica, el mandatario de EU recalcó que la región no es el patio trasero de su país, sino el delantero.
Aseguró que Washington no dicta lo que ocurre en otras partes del continente: "El problema que tenemos son las grandes dificultades para compensar los errores que cometimos en los últimos cuatro años, y llevará algún tiempo", apuntó.
En paralelo, el secretario de Seguridad Nacional de EU, Alejandro Mayorkas, aseguró que la reforma migratoria sigue siendo una "prioridad", a pesar de que sigue estancada en el Congreso.
Durante la conferencia de prensa destacó que la vicepresidenta Kamala Harris volverá a ser su compañera de fórmula en las elecciones presidenciales de 2024, en caso de que se vuelva a postular.