In memoriam (II)
Se ha requerido sobre todo mucha humildad y compasión para realizar un trabajo tan arduo y en el que se necesita estar muy atento y concentrado para hacerlo de la mejor manera posible y evitar los mínimos errores; y no es cosa fácil, ya que se requiere una capacidad de entrega de los profesionales con un profundo espíritu humano.
Difícil es trabajar bajo presión física y mental continuas por estos últimos dos años, incluso sólo con lo elemental y con carencias en muchas ocasiones por las circunstancias propias del comportamiento de la pandemia y eficacia o no de las estrategias para tratar de detenerla y evitar el desarrollo que ha llevado a esta “cuarta ola”, más fuerte que cuando inició hace dos años.
Personalmente viví la epidemia del cólera que fue muy transitoria y no tan fuerte, la del VIH que nos hizo aprender mucho sobre virología, inmunología, genética y biología molecular; así como la clínica práctica en la atención de los enfermos, pero es un virus crónico fundamentalmente de transmisión sexual, transfusión sanguínea y de madre a feto, y se desarrollaron tratamientos farmacológicos muy efectivos que ayudan a sobrevivir por muchos años a los pacientes y con menos transmisibilidad. La de la influenza H1N1 y H3N5 que no causó grandes daños ni complicaciones como esta del virus Covid-19. Por ser persona susceptible y vulnerable, me vi obligado a renunciar en mi último trabajo hospitalario donde laboré por los últimos 22 años; de otra manera la hubiese enfrentado con la misma fortaleza y profesionalismo que mis compañeros a quienes admiro y respeto por estar al frente en la primera línea con limitaciones materiales y de infraestructura en ocasiones. Varios amigos, colegas y exalumnos han caído en el cumplimiento de su deber y honrosamente han puesto muy en alto el nombre de la comunidad médica.
El sistema de salud mundial se enfrentó al reto jamás visto en la era moderna desde las catástrofes de la Primera y Segunda Guerra Mundial, y otras más que estremecieron a la humanidad en todos los aspectos sociales, políticos, económicos y culturales.
Atentamente: Dr. Javier Maldonado Ortiz