Colombia: van nueve líderes asesinados
BOGOTÁ. Al asesinato de nueve líderes sociales en este comienzo de año electoral se le ha sumado en Colombia una serie de masacres que muestran una “degradación de la violencia”, según alertaron ayer diversas organizaciones.
Una de las víctimas es Breiner Cucuñame, de 14 años y quería ser guardia indígena; de hecho, cuando no atendía la escuela, patrullaba con los mayores con su pañoleta roja y verde, los colores identificativos de quienes cuidan los resguardos.
El pasado 14 de enero, miembros de la columna Jaime Martínez, uno de los grupos de disidencias de las FARC, le pegaron un tiro; durante el ataque también murió Guillermo Chicame, otro guardia indígena, y el episodio no acabó en masacre porque miembros de la Unidad Nacional de Protección (UNP) repelieron el ataque.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) registra nueve asesinatos de líderes sociales en 2022, los mismos que la Fundación Paz y Reconciliación (Pares).
A Breiner y a Guillermo se le sumaron el 17 de enero Luz Marina Arteaga, una líder campesina, médica y reclamante de tierras que fue desaparecida cinco días antes y cuyo cuerpo apareció a orillas del río Meta, y Mario Jonathan Palomino, profesor de escuela de 35 años, defensor ambiental, asesinado en Antioquia.
“El 2022 inició con graves afectaciones en contra de líderes y lideresas sociales a lo largo del país”, aseguró Pares en un informe ayer: “El escenario muestra una degradación de la violencia que debe alertar a toda la comunidad internacional”.
Desde la firma del acuerdo de paz con las FARC en 2016, grupos que quedaron al margen como la guerrilla del ELN o el Clan del Golfo (heredero de los paramilitares) comenzaron una disputa por el territorio y el control de actividades como la minería ilegal o el narcotráfico a la que se han sumado otros que se salieron del acuerdo.
Esto ha desembocado en este comienzo fatal de año, donde “no es que haya una orden a nivel nacional porque ningún grupo tiene dominio nacional”, dice el coordinador del Indepaz, Leonardo González, pero el terreno está abonado para que la violencia siga multiplicándose.