Seguridad pública
Hace unos días la gobernadora María Eugenia Campos brindó una plática sobre seguridad pública a elementos de las fuerzas armadas y resumiendo declaró que sociedad y gobierno deben trabajar unidos para erradicar la delincuencia. Este discurso tan socorrido por los políticos modernos de cooperación mutua nos ha metido en una trampa a los ciudadanos.
A partir del nacimiento de los estados feudales, las autoridades se remitieron única y exclusivamente a brindar protección a sus súbditos, de ahí que todas las teorías siguientes del estado dieran por sentado que la única función real del gobierno en turno era y es brindar protección a sus ciudadanos.
Con el paso del tiempo en los países conquistados las autoridades se dieron cuenta que no necesitaban dar seguridad a las personas, que podían manipularlos para que ellos mismos se la proveyeran e incluso más allá, la acción criminal pasó a ser un negocio de las autoridades, como lo es ahora en todo el país. Pero volvamos a la cooperación social.
Resulta que bajo el esquema de “todos juntos” las autoridades empezaron a delegar su trabajo, el ejemplo más sencillo, un robo. Cuando sufres un robo tienes que poner una denuncia ante el ministerio público y a la cual debes llevar pruebas de lo sucedido y pruebas de la propiedad de los bienes hurtados, luego se te recomienda que en tu domicilio pongas un sistema de chapas y cerraduras bueno, en todas las puertas y ventanas. Sin embargo la cosa no para ahí, tienes que poner rejas en tu patio y ventanas y de ser posible, cámaras de seguridad para estar atento a cualquier intromisión no deseada.
De ahí pasamos a la compra de seguros y adquisición de servicios de alarma, adquirir una o dos mascotas bravas y de ser posible un arma, lo que no es muy sencillo.
Después de eso te organizas con los vecinos y ponen topes en la calle, casetas de vigilancia (seguridad privada) cuando se puede y bardean el fraccionamiento también. Te encierras perdiendo libertad a costa de tu seguridad y mientras eso sucede las autoridades sabemos que pactan con la criminalidad, abrazos no balazos, hacen conferencias donde nos dicen que cooperemos sociedad y gobierno, ponen retenes en avenidas públicas para generar una idea de trabajo pero año con año la criminalidad crece y crece. Los hechos hablan por sí solos.
Diariamente, así de grave, nos enteramos de los acuerdos entre gobernantes y criminales y ya parece una normalidad, algo que viene con el paquete de nacer en México (pero que antes no sufríamos). Por eso cuando un político habla de “cooperación” entre sociedad y gobierno básicamente está diciendo responsabilícense ustedes.
Aquí sólo toco un pequeño rubro, pero hay muchos más donde salimos perdiendo como sociedad. La masificación de la conducta humana donde si lo hacen muchos está bien (proveerte de tu propia seguridad), es lo que nos ha traído a esta debacle. La autoridad es la responsable de nuestra seguridad, para eso se pagan impuestos y cuando retomen ese compromiso entonces sí, habrá desarrollo y armonía social.