El pueblo empoderado jamás será derrotado
Estimado lector, distinguida lectora: A estas alturas, si ya en algún momento previo le ha dado oportunidad a estas palabras o bien si por primera ocasión les debe saber que en este espacio se opera bajo un lema: primero la gente.
A través de estas líneas se abordan temas que buscan un libre ejercicio del intelecto bajo el único principio de informar y fomentar el pensamiento, respetando siempre las diferencias como punto de partida para el enriquecimiento y la tolerancia.
Sin embargo le pregunto lo siguiente: ¿Qué tan representado se siente usted por las y los funcionarios que se designan a través del ejercicio de su voto?
Antes de ello, permítame hacer énfasis en cuanto a que el Municipio es la organización de la cual parte el ejercicio de la administración pública en nuestro sistema de gobierno federalizado, y la que en principio debería como mínimo ser aquella que mejor conoce y es consciente de las necesidades y particularidades de nuestras comunidades. Con lo anterior queremos decir que es por ende el municipio quien debe responder de mejor manera a la realidad y los requerimientos de las personas.
Al interior del Municipio operan lo que de alguna manera equivaldría a los legisladores del Congreso del Estado: los regidores, cuyas funciones pocas personas conocen pero que son tan importantes para la correcta vigilancia y el cumplimiento de las leyes a nivel municipal. Sin embargo, como parte de la Encuesta de Participación y Ciudadana y Buen Gobierno que realiza Plan Estratégico Juárez, se hizo un sondeo para conocer cuántas personas conocen el nombre de al menos uno de los funcionarios: tan sólo 3.2 por ciento de la población de Juárez conoce este dato.
Ahora bien, le pregunto lo siguiente: ¿Considera que si las y los regidores fueran elegidos de manera directa por la ciudadanía votante, este dato cambiaría? Queremos pensar que sí, pero actualmente, las y los regidores son de alguna manera elegidos por el presidente municipal, quien los integra en su plantilla de trabajo, lo que resulta en lo que podemos decir que es de alguna manera una imposición, ya que además se atiende a la asignación bajo principios que comúnmente dejan a un partido político sobre representado.
Ahora bien, es importante en este momento de la lectura comentar que los representantes se eligen a través del ejercicio de un derecho ciudadano que mucho ha costado y que tiene un oscuro pasado de elecciones ilegítimas; en este sentido, es contradictorio que quien debería operar bajo el mando y supervisión ciudadana no sea elegido de manera directa.
Teniendo plena conciencia de que existen prácticas arcaicas que han sido normalizadas, se le advertía al inicio de la lectura: en este espacio estamos en contra de aquellos hábitos que, incluso ya normalizadas, han servido para oprimir al pueblo y minimizar sus principales necesidades. Y cierro con una frase del escritor británico Alan Moore, que espero le sea de utilidad cuando, por momentos y dejándose llevar por la costumbre, nos limitemos a alzar la voz y querer cambiar las cosas: “Las personas no deben temerle a sus gobiernos. Los gobiernos son los que deben temerle a su gente”.