E l presiden te López Obrador
ha dicho que respeta la libertad de expresión, sin embargo, su manera de actuar dice todo lo contrario. La llamada conferencia Mañanera, que debía ser un importante medio de difusión, de las actividades y estrategias gubernamentales para tener un mejor país, se ha convertido en un soliloquio sumamente peligroso.
Ante la reciente información que dio a conocer el periodista Loret de Mola sobre la fastuosa vida que tiene el hijo del presidente en los Estados Unidos, la cual dista mucho de la austeridad pregonada por el mandatario y se parece más a los lujos neoliberales que tanto dice aborrecer, inmediatamente reprobó la noticia, señalando que todo se trataba de ataques de la mafia del poder hacia su persona, está bien que se defienda, tiene derecho, sin embargo, lo hace sin fundamentos y únicamente insulta a los periodistas que no concuerdan con su pensamiento, llamándolos deshonestos y hasta mercenarios. Lo anterior no sorprende, así ha sido durante gran parte de su vida con quienes no comparte ideología o simple y sencillamente le caen mal. En su época de candidato eterno se dio vuelo con frases ofensivas tales como: “La aeronave del pequeño faraón, acomplejado y corrupto de Peña, es para 280 personas”; “Cállate Chachalaca”, “Ricky Riquín Canallín”, “Al diablo con sus instituciones”, “Prensa fifí”; “Me producen ternura, ternuritas”, “Fuchi caca”; “Los fifís conservadores que no quieren un cambio”, “La marcha de los pirrurris”, “Señoritingos”, entre muchas otras. Claro, cualquier persona tiene la libertad de expresarse, sin embargo, López Obrador debe comprender que ahora es el presidente de una nación, sus declaraciones tienen un enorme peso y varias de ellas provocan división, no sólo a nivel nacional, sino internacional, recordemos que hace tiempo mandó una carta a Felipe VI, Rey de España, donde solicitaba que se disculparan con los pueblos originarios por los agravios ocurridos durante la Conquista, los españoles lo ignoraron, pero
Por su pu esto,
está bien que proteja a su hijo, aun cuando es un cuarentón, es libre de hacerlo, pero insisto que lo haga con pruebas, no únicamente con insultos y con su eterna frase de “la mafia del poder”, o “los neoliberales”.
esta sorpresiva petición tensionó un poco la relación entre ambos países. Pues bien, hace unos días, durante su soliloquio mañanero dijo que quizá era tiempo de hacer una pausa en la relación, ya que actualmente no es la mejor, aclarando que sería sólo “un respiro” y no se trata de un rompimiento diplomático, pero aun así esto puede repercutir en el ámbito social y económico de ambas naciones.
Como es sabido, el presidente estableció en su conferencia matutina un segmento semanal llamado “Quién es quién en las mentiras”, donde se queja amargamente de los medios informativos. Ahora con lo de su hijo, desde que presentaron el reportaje, cada Mañanera -con rostro rencorososeñala de manera excesiva a los periodistas involucrados. Por supuesto, está bien que proteja a su hijo, aun cuando es un cuarentón, es libre de hacerlo, pero insisto que lo haga con pruebas, no únicamente con insultos y con su eterna frase de “la mafia del poder”, o “los neoliberales”. Además, se supone que la conferencia Mañanera es un espacio gubernamental, un medio para informar a la ciudadanía, y no un triste soliloquio mañanero.