Vivian Gornick, Apegos Feroces
Seguramente todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos tenido diferencias con nuestros padres que a veces nos parecen irreconciliables; conforme vamos creciendo los vemos perder el heroísmo y asombro que nos provocaban en la infancia y finalmente los vemos como son: seres humanos vulnerables, cuyos pasos también son inciertos. Vivian Gornick nos abre la puerta de su memoria permitiéndonos ver su polifacética relación con su madre en un mundo vertiginoso que cambia con rapidez y también nos deja echar un vistazo a su vida, sus desencuentros amorosos y a la pluralidad de mujeres que la formaron con el paso de los años.
Apegos Feroces es un libro que nos permite conocer la vida de la autora y la problemática relación con su madre. Vivian Gornick, sin embargo, no se detiene ahí, pues a pesar de las diferencias de opinión que tiene con su madre, también nos muestra el vínculo de cariño y entendimiento que ha desarrollado con ella a través de los años. El retrato escrito de esta relación no es unidimensional, por el contrario, la autora tiene la capacidad de matizar esta relación sin caer en el victimismo o en la redención virtuosa de la madre vista desde el amor; Gornick nos provee a todos un espejo vacío por el cual mirarnos, en el cual podemos examinar y diseccionar nuestra propia relación parental. Las fallas y los aciertos de la autora se vuelven nuestros propios desatinos y certezas.
Con un estilo que a veces raya en lo cómico, el libro mantiene una prosa interesante, pues tiene sus momentos descriptivos, nostálgicos, donde la melancolía abunda, pero logra mantenerse fresco con la sencillez y honestidad de las conversaciones y los temas que tratan.
Apegos Feroces y Vivian Gornick, son, en definitiva, un placer para el lector y un espejo donde podemos vernos.