Reconocen el trabajo a favor de la minería
El Clúster Minero (Clumin) de Chihuahua agradeció a la diputada Diana Ivette Gutiérrez, del Partido Acción Nacional, por la iniciativa presentada ante el Congreso del Estado, “la cual favorece a este sector, ya que busca devolver a los pueblos y comunidades el recurso del fondo minero en su totalidad”.
A través de una carta, el presidente del Clumin, Pablo Méndez Alvídrez, dijo reconocer el trabajo que se está realizando a favor de la industria minera y externó sentirse agradecido por la postura de la legisladora que desde su trinchera trabaja en favor de la sociedad.
“Hoy en día la minería en México enfrenta grandes retos, sin embargo, estoy convencido que con políticas públicas firmes y apego al Estado de Derecho nuestra actividad es un gran motor de desarrollo y una punta de lanza para la economía de nuestro país”, dijo el titular del Clúster.
Se recordó que después de que el gobierno federal absorbiera el Fondo Minero (Fomin), con el propósito de tener control de los recursos que aportan las empresas mineras año con año, una veintena de municipios del estado de Chihuahua se quedaron sin recursos públicos por falta de dicho recurso.
Luego de que la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobara la iniciativa enviada por el poder Ejecutivo federal para reformar la Ley Federal de Derechos para captar el total del Fomin, desde 2020 este recurso económico se asigna en un 85 por ciento para la Secretaría de Educación Pública, un 5 por ciento para la Secretaría de Economía y un 10 por ciento para obras de infraestructura que defina el Gobierno de México.
Actualmente, el Clúster Minero de Chihuahua realiza de manera constante reuniones con autoridades locales y federales a fin de dialogar y poder llegar a un acuerdo para que el destino de ese dinero beneficie al estado.
Al contrario del mito desarrollista, en todos los países sudamericanos esa supuesta riqueza no resuelve los problemas de la pobreza o de los equilibrios económicos, sino que puede empeorarlos. Todos ellos vinculados con impactos sociales y ambientales negativos, además de violaciones de los derechos de comunidades locales, a distintas formas de imposición de enormes corporaciones. Son imágenes, recuerdos o vivencias vinculadas a la destrucción, la violencia o la violación. Es como si una maldición acechara en ellos (Eduardo Gudynas -CLAES- Uruguay). El venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo publica en uno de sus últimos libros precisamente “Hundiéndonos en el excremento del diablo” (1976 [2009]). Allí denuncia que los gobiernos despilfarran el petróleo para aumentar sus ingresos fiscales, y es por ello que “estamos hundiéndonos en el excremento del diablo”. Por lo menos desde inicios del siglo XX se volvió evidente que una explosión exportadora de materias primas, un elemento típico de los extractivismos, no resolvía los problemas de fondo. Los gobiernos se entusiasmaban con esos ingresos de exportación, que se utilizaban de manera dispendiosa y mientras tanto se inhibía la diversificación productiva. Siempre me he preguntado: ¿Qué pasaría con nosotros en México si no hubiéramos tenido el petróleo? Existen numerosos países que sin el petróleo son países exitosos y desarrollados: Francia, Japón, Suiza, Austria, España, Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Australia, Finlandia, Nueva Zelanda, etc. La respuesta es, nuestros políticos no tendrían tanto dinero para corromperse y en el proceso corromper a la sociedad. Las instituciones serían la prioridad del Estado y no el ver qué hacer con las carretadas de dinero que les llegaron por lustros. Pero hoy llega ya el fin del petróleo como combustible, la industria petroquímica seguirá por un rato más, aunque no demasiado y no en los niveles de producción actuales y aún así el actual gobierno está empeñado en rescatar a Pemex, el cual es un barril sin fondo, inyectándole 250 mil millones de pesos a través de la SER en 2021 a costa de los fracasos en las áreas de salud, economía, educación, seguridad, con ingresos que sumados a los 550 mil millones de pesos producidos, dan un total de 800 mil millones de pesos, y siendo la meta de 900 mil millones de pesos, de los cuales quedaron 100 mil millones de pesos, nosotros los dueños del petróleo deberíamos haber recibido 600 mil millones de pesos (70%). Nos robaron 100 mil millones de pesos.