“Entré y salí con la frente en alto”
Narra líder agrícola sus siete meses encerrado en el Cereso a El Heraldo de Chihuahua; las confrontaciones no llevan a nada positivo, señala
DELICIAS, Chih-.- “Nunca imaginé que pasaría siete meses encerrado, pues pensaba que en este gobierno se harían las cosas diferentes y porque los hechos estaban a la luz de la ciudadanía”, señaló ayer Andrés Valles.
Horas después de haber salido del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Aquiles Serdán, el activista del movimiento de la defensa por el agua subrayó que las confrontaciones no llevan a nada positivo. En tono sereno, recordó el día en que fue detenido en su domicilio, cuando salió “dispuesto a dar la cara” a las autoridades pero con el pesar de dejar a su esposa y tres hijos.
Menos pensó que pasaría más de medio año tras las rejas, ya que lo sucedido en la toma de La Boquilla debido al reclamo de productores por la falta de acuerdos para realizar el trasvase y el gobierno federal mandó por delante al Ejército y la Guardia Nacional, fue una situación arbitraria a la vista de todos.
Aún así –puntualizó—entró a la cárcel con la frente en alto. “Es un lugar que no se le desea a nadie, aunque es muy especial porque siempre lo hace a uno reflexionar y no me comparo pero pues de ahí salieron Mandela, Pepe Mujica, Gandhi, entonces es un lugar muy especial”.
Señaló que al ingresar al penal se percató del eco del movimiento social entre los reclusos. “Cuando entré al Cereso, los internos me preguntaban por el movimiento del agua. Uno en especial me dijo: Cuando salga, si el problema del agua continúa, participaré en las manifestaciones ¿Y qué quiero decir con esto? A pesar de donde se estaba, poca información, pocas noticias, la gente estaba muy metida en el problema del agua”.
La prisión no deja de ser triste y dolorosa, recalcó, al subrayar que no recibió maltrato de la Fiscalía General de la República; “no fui golpeado, ni torturado psicológicamente”. Tampoco fue víctima de vejaciones de guardias o presos.
AQUEL MIÉRCOLES NEGRO
Sobre el 29 de julio de 2020, la voz se le quiebra al evocar aquel “miércoles negro” y confesó que fue desgarrador presenciar el caos y la destrucción en Delicias. “Nadie quiere ver a su ciudad en esas condiciones. Hablé con gente de Gobierno del Estado de Chihuahua, con el (entonces) secretario (de Desarrollo Rural) René Almeida y traté de hablar con Martín Chaparro, (dirigente estatal) de Morena. No me contestó, era tarde. Hablé con Rafa Espino, hoy senador de Morena, explicándole la situación y que teníamos que parar esto”, recordó.
Espino le prometió hacer todo lo posible para convencer al gobierno federal de cerrar la extracción de la presa Francisco I. Madero (Las Vírgenes) y reanudar las negociaciones. Martín Chaparro le devolvió la llamada al día siguiente, lo mismo que René Almeida, quien dijo se comunicaría con las instancias federales. “Nadie frenó la extracción y por ello, cuando la federación planeaba hacer lo mismo en La
“A pesar de donde se estaba, poca información, pocas noticias, la gente estaba muy metida en el problema del agua”
Boquilla ocurrió la confrontación”.
Valles agradeció las muestras de apoyo de la sociedad durante el tiempo que estuvo preso. Nunca creyó que la gente reaccionaría así con él y con su esposa, a quien ayudaron donándole pacas de alfalfa para las vacas del establo familiar.
Reconoció también al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, por recibir a la gobernadora María Eugenia Campos, dar solución al conflicto y conseguir la libertad de los tres agricultores de La Cruz y la suya.
“Creo que es lo menos que puede hacer un gobernante para con los suyos”, recalcó, indicando que está convencido de que es tiempo “de darle vuelta a la página” en el conflicto por el agua.
“No podemos, agricultores y gobierno, seguir peleados. Eso no llevará a ningún lado positivo para los productores, para el estado de Chihuahua, y para México”.