Aunque mucho
se nos ha dicho sobre la aceptación de casi cualquier situación y que todo sucede por algo, y que las casualidades no existen, es necesario para el bienestar de cada uno de nosotros el no estar satisfechos en el presente para lograr más y mejores cosas en el futuro.
Debemos aspirar o desear algo que no tengamos, y desearlo de tal forma que no descansemos hasta conseguirlo. El hombre (y la mujer) jamás conseguirá levantarse del suelo simplemente mirando sus pies. Pero sí conseguirán encontrarse en un nivel más alto ayudados por un esfuerzo poderoso y perseverante que les haga conquistar lo que desean. Esta es la forma como ha progresado la humanidad… y los países no comunistas/socialistas.
El hombre satisfecho con lo que tiene, sin ambición alguna, tiende a bajar de nivel en la escala social y hasta en la moral. Tenemos que considerar que la ambición no es lo mismo que la codicia. El hombre de aspiraciones hará progresar el mundo; el que no las tiene, lo hará retroceder.
Las oportunidades son muchas y existen muchas opciones: las superfluas, como las comodidades, la fama, el poder, los placeres, y otros, como la sabiduría, la filantropía, etc.
Pero sí debemos poder marcar una diferencia entre lo que solamente queremos, lo que nos gustaría tener, y lo que realmente necesitamos.
Lo primero que se necesita es decidirse por aquello que más necesitamos. Una vez que nuestro ideal ha quedado instalado en nuestro inconsciente, concentremos en él todos nuestros esfuerzos hasta lograr nuestra meta.
La inconformidad con el status quo, o con el “Hakuna Matata”, es la corriente incesante que impide a la energía estancarse y que combate la inercia, siendo la generadora de la acción. Estimula al pequeño a hacerse más grande, y al que ya lo es, a engrandecerse aún más.
Si todos estuviéramos contentos con
Si todos estuviéramos contentos con las cosas tales como son, nunca las mejoraríamos. Hacer hoy lo mismo que ayer y lo que el año pasado, es retroceder.
las cosas tales como son, nunca las mejoraríamos. Hacer hoy lo mismo que ayer y lo que el año pasado, es retroceder.
Las personas más útiles son aquellas de aguda percepción, de acción, de imaginación, de mente elástica, capaces de aprender, desaprender y volver a aprender. Los que pueden vivir en su tiempo o época y avanzar al mismo tiempo. Sí, necesitamos aspirar a tener sólo “un par de zapatos”, “¿para qué más?”, nos pregunta el Presidente…
La vida es comparable a un camino. Está hecho para caminar, no para dormir sobre él. El destino del hombre es nunca estar satisfecho. Si estamos conformes y contentos con lo que hacemos, nuestra obligación es mejorarnos y mejorar nuestras actividades.
No permitamos el estancamiento intelectual, pretendiendo que ya lo sabemos todo. Que la inconformidad sea el acicate para un esfuerzo mayor, sin importar nuestra edad. Estudiemos más, aprendamos más, busquemos siempre la verdad y no dejemos escapar ninguna oportunidad para avanzar.
Estemos inconformes, pero llenos de buena voluntad y de aspiraciones.