Con el corazón hecho pedazos
LA TENISTA, QUE PARTICIPA EN EL ABIERTO DE ZAPOPAN, LAMENTÓ EL ACTUAL CONFLICTO QUE SE VIVE EN EUROPA
Es muy triste y aterrador ver a la gente de Ucrania sufriendo. No mucha gente lo sabe, pero mi madre es ucraniana y por lo tanto soy mitad ucraniana”
ANNA KALINSKAYA
TENISTA RUSA
Mientras ella juega al tenis en Zapopan, hay dolor en su corazón. Las bombas, las balas y todos los ruidos que significan la guerra entre Ucrania y Rusia le ensombrece el alma a la tenista Anna Kalinskaya.
La razón es simple. Su país natal, Rusia, o sus líderes políticos, han optado por invadir la nación de sus orígenes, la de su madre, precisamente Ucrania.
Sí, Kalinskaya es mitad rusa y mitad ucraniana. Por lo tanto, el dolor o la pena es doble, porque por un lado, no ve o juzga en la guerra la respuesta y por otro, no deja de dolerle lo que está sucediendo a la gente en casa… la casa de sus progenitores. “Es muy triste y aterrador ver a la gente de Ucrania sufriendo. No mucha gente lo sabe, pero mi madre es ucraniana y por lo tanto soy mitad ucraniana”, compartió. La moscovita, quien ni siquiera había nacido cuando la independencia de Ucrania, en el ya lejano 1991 o cuando la extinción de la Unión Soviética y la Perestroika, expresó lo que muchos rusos piensan, pero por una u otra razón, no se atreven a decir abiertamente al mundo.
“Es muy triste de verdad y la gente en Rusia no quiere guerra. Queremos que esto termine pronto”, apuntó después de manifestarse a través de las historias que publicó en Instagram.
Pero si bien envió sus buenos deseos o pensamientos en pro de un cambio dentro de la situación imperante en la Europa del Este; también se mostró realista, pues dejó en claro que poco o mucho se hace hablando, inclusive aprovechando una palestra tan mediática como lo es el deporte.
“No estoy segura si puedo ayudar en algo, porque creo que el deporte es deporte y la política es política. Hice algunas publicaciones en redes sociales, pero no creo que pueda ayudar directamente”, reconoció.
Por ahora, y aún con el compromiso de jugar en el certamen de Zapopan, tratará de enfocarse, aún a pesar de desconocer el paradero de sus padres, de quienes dejó entrever, se encontraban en Ucrania, cuando los ataques rusos durante las primeras horas del miércoles.
“Amo competir y trabajar duro, trato de olvidarme en la cancha de lo que pasa en el mundo, pero me es imposible no ver mi teléfono y querer llamar a mis padres para saber dónde están”, compartió.