El Heraldo de Chihuahua

Francisco Víctor Manuel Ornelas Gómez: in memoriam

- Profesor. Historiado­r

El viernes 11 de marzo de 2022 empezó a correr la noticia del fallecimie­nto de uno de los últimos sobrevivie­ntes del Asalto al Cuartel de Madera del 23 septiembre de 1965. El maestro Francisco Víctor Manuel Ornelas Gómez (Paco), compañero que hizo de la lucha social una causa. Ciudadano universal – como son todos los valientes.

La vida para Paco no fue fácil. Tempraname­nte fue acogido amorosamen­te por un gran matrimonio: doña Cuca Carrasco y don Raúl Gómez Ramírez, sus tíos. Ingresó a la secundaria en la Normal del Estado, espacio donde al calor de la Revolución Cubana, las movilizaci­ones campesinas de Jacinto López, de Álvaro Ríos, de sus tíos Raúl y Pablo Gómez fue forjando su carácter rebelde y revolucion­ario.

Se le recuerda participan­do en la defensa del Internado de la Escuela de Artes y Oficios en el año 1964. Se le evoca en los reclamos al presidente López Mateos por justicia para los campesinos de la sierra que sufrían la voracidad de la empresa Bosques de Chihuahua. La memoria lleva a verlo en la toma del Departamen­to de Asuntos Agrarios y Colonizaci­ón con coraje y convicción. Luego, después del desalojo del Internado se fue a buscar su destino rumbo a Madera.

Partió con lo que llevaba puesto. Le esperaban “la luna y el sol, tan cercanos y suyos…”. Él ya “sabía por qué”, sabía que pronto estaría en su posición de guerriller­o para cumplir con el cometido que el destino le trazaba.

Luego el despertar: “…Los soldados se aprestan a su rutina diaria a pasar lista… En fin, el guerriller­o ocupa la posición, se desplaza alerta; el único que cobra fuerza y celeridad, de antemano él sabe que ya nada será igual”.

Después muerte por doquier, recuento de daños y nuevos sufrimient­os.

Paco sobrevive y lucha por su vida. Ésta le cambió, para él ya nada sería igual. Después a seguir viviendo. Se sabe que con grandes dificultad­es terminó su Normal en el estado de Campeche, donde trabajó como maestro. Regresó a Chihuahua, estado en donde se distinguió por su trabajo profesiona­l y su involucram­iento en

Se nos fue un buen amigo. Un camarada que nació creció, y la naturaleza y la vida lo hicieron. Un individuo que se forjó en la difícil decisión de ofrendar su vida por sus semejantes y al final vivió relativame­nte libre de ansiedades y con inteligenc­ia para mandar las difamacion­es a buen recaudo.

diversas luchas sindicales y populares.

Hoy lamentamos la partida del amigo, del revolucion­ario en las vísperas del despertar de la primavera que se asemeja a la lucha que él emprendió desde muy joven y que “se encadena a un largo horizonte que viene desde muy lejos”.

Se nos fue un buen amigo. Un camarada que nació creció, y la naturaleza y la vida lo hicieron. Un individuo que se forjó en la difícil decisión de ofrendar su vida por sus semejantes y al final vivió relativame­nte libre de ansiedades y con inteligenc­ia para mandar las difamacion­es a buen recaudo.

Fue parte de una generación de ruptura con viejos moldes sociales, estirpe que se creyó destinada a cambiar el mundo. Los años le enseñaron que lo propuesto era una tarea difícil, pero también a entender que su labor era procurar que el mundo no se detuviera y desde ahí aportó su esfuerzo desde sus acciones guerriller­as, su trabajo docente, como servidor público y luchador demócrata en la vida social y sindical.

Descanse en paz Francisco Víctor Manuel Ornelas Gómez, Paco.

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