BEBÉS SUBROGADOS ESTÁN EN EL LIMBO
PAREJA VIVIÓ UN VIACRUCIS PARA RESCATAR A SU HIJO DURANTE LA INVASIÓN
KIEV. La invasión de Rusia a Ucrania es una pesadilla para los futuros padres que participan en acuerdos de subrogación en el país. Ucrania se ha convertido en un destino popular para la subrogación. Si bien las cifras exactas son difíciles de obtener, se estima que cada año nacen entre 2000 y dos mil 500 bebés a través de la subrogación en Ucrania.
BioTexCom, una de las clínicas de fertilidad más grandes del país, espera que nazcan 200 bebés a través de subrogación para fines de mayo, en la que se involucra a decenas de parejas de todo el mundo que esperar el nacimiento de su bebé.
Pero actualmente es extremadamente difícil para esos padres cruzar la frontera hacia Ucrania para conocer a sus hijos. Esto es un desastre para los bebés, los sustitutos y los futuros padres.
Los bebés quedan en el limbo, nacidos en una zona de guerra sin sus padres para cuidarlos. Los sustitutos tienen que dar a luz en una zona de guerra y luego no pueden entregarlos a sus padres.
En cuanto a estos futuros padres, difícilmente se puede imaginar la angustia que debe ser saber que su bebé ha nacido o está a punto de nacer, pero no sabe cómo o cuándo puede comunicarse con ellos.
Una de las historias más destacadas y recogida por el medio The Sydney Morning Herald, es la de unos padres australianos, quienes recibieron la noticia del nacimiento de su hijo una semana antes del inicio de la ofensiva. La agencia de gestación subrogada UKRCOM, que opera en Ucrania, contactó a los padres en Sydney para urgirles a recoger a su hijo.
Así inició el periplo de la pareja australiana. El primer obstáculo fue su mismo gobierno, pues se implementaron severas recomendaciones de viajes a la región pero apun así lograron salir.
Los padres llegaron demasiado tarde. El asalto ruso comenzó cuando estaban en el aire rumbo a Dubai, por lo que se desviaron a Varsovia en Polonia, a casi 800 kilómetros de Kiev. Koval, representante de la agencia de subrogación no estaba seguro de qué hacer, las explosiones se intensificaban y había rumores de que los soldados estaban en camino. Las alarmas sonaron en toda la ciudad.
Sabía que ningún conductor contratado aceptaría el trabajo de llevar al bebé a la frontera polaca; era “una responsabilidad demasiado grande, demasiado peligrosa”, dijo Koval. “Podríamos cuidar al bebé durante mucho tiempo, pero no somos sus padres y ni siquiera podía imaginar la forma en que su madre estaba estresada. Era necesario sopesar todos los riesgos y elegir solo una decisión correcta”, recogió el diario australiano.
El representante de la agencia decidió llevar a Tom, nombre del bebé, a la frontera con Polonia. El viaje suele durar menos de siete horas. Esta vez, tomó más de 19, ya que sus ansiosos compatriotas obstruyeron las carreteras.
Ya en Varsovia, capital de Polonia, los padres biológicos tenían la cita con Koval en una pequeña ciudad a 15 kilómetros al interior de Ucrania. Contrataron a un conductor para que hiciera el viaje de cuatro horas y media hasta la frontera, pero nadie quiso llevarlos más lejos. Usaron un traductor para convencer a un conductor.
La pareja eran los únicos que viajaban a contracorriente, mientras conducían hacia el este, multitudes de mujeres y niños viajaron al oeste desesperados por cruzar a Polonia. Y contra todo pronóstico lograron llegar al punto de encuentro.
Preocupados, no sabían que los Koval se habían metido en un embotellamiento masivo. Los Koval llegaron al estacionamiento a las 2 am. La reunión fue tensa y breve; no había tiempo para sentimentalismos. “Las cosas estaban sucediendo tan rápido. Nuestro chico de la agencia nos estaba dando el papeleo y explicando todo mientras nos conducía hacia la frontera. No tuvimos tiempo de reflexionar sobre este gran momento”.
Koval solo pudo conducirlos parte del camino y no había autobuses ni taxis. Era la oscuridad de la noche. “Nos entregó al bebé en el camino y caminamos hacia la frontera durante tres o cuatro kilómetros”, dijo el padre de Tom.
El cruce fronterizo tomó horas. No pudieron presentar los documentos del bebé y tuvieron que explicar que había nacido de una madre sustituta. Finalmente, a las 7:30 am, terminaron. “Solo después de cruzar la frontera polaca nos sentimos aliviados”, dijo el padre.
200
BEBÉS nacerán a finales de mayo y corren el riesgo de quedar en el limbo y no conocer a sus padres
2,500
NIÑOS nacen en Ucrania bajo un vientre alquilado, una actividad común en el país