¿Quieres cambiar tu auto?
Quizá no es el mejor momento para pensar en comprar auto, pues la escasez de vehículos nuevos provocada por la falta de chips electrónicos, la crisis de los contenedores y la limitada producción por la pandemia hacen que, además de tener que esperar hasta 6 meses por tu auto, también éstos hayan subido considerablemente de precio.
Sin embargo, si pese a lo anterior quieres comprar un auto nuevo, hoy te hablaremos sobre una alternativa diferente al financiamiento tradicional: el arrendamiento. El leasing (arrendamiento) de vehículos es una opción bastante útil para hacerte de un automóvil. A diferencia de los créditos automotrices comunes, en el arrendamiento estás rentando la unidad, es decir, no será tuya, sino que la podrás usar de manera normal sin que la propiedad del mismo te pertenezca.
Esta modalidad tiene algunas ventajas y otras desventajas, entre los beneficios que podemos encontrar tenemos los siguientes puntos:
Menor enganche.- Aunque también en el arrendamiento debes hacer un desembolso inicial, éste generalmente es bastante menor al del crédito tradicional, pues mientras en un crédito este pago representa en promedio un 25% del valor del vehículo, en el arrendamiento puedes encontrarlo desde el 5% de su costo.
Menor mensualidad.- Como no estás obligado a liquidar la totalidad del vehículo, pues no lo estás comprando, también el pago mensual puede ser considerablemente más bajo que en la opción de compra de la unidad.
Seguro y mantenimiento más económicos.- Aunque en realidad estos rubros ni siquiera los deberías de pagar (si el vehículo no es tuyo, no tendrías por qué), debemos entender que esta modalidad apenas está tomando fuerza en nuestro país. Por lo pronto, aunque si los tienes que pagar, es más económico en esta modalidad que en el financiamiento tradicional.
Deducibilidad de impuestos.- En una compra normal de un vehículo, la única forma de deducirlo de impuestos es por medio de la depreciación, con la cual sólo podrás ir deduciendo un 25% del valor del automóvil cada año.
Con el arrendamiento, la renta mensual la puedes deducir como gastos en general (revisa con tu contador los límites permitidos por la ley).
Opción de compra.- Dentro del mismo leasing existe una segunda opción, denominada arrendamiento financiero, en la cual, después de terminado el plazo pactado en el contrato, tienes la opción de quedarte con el vehículo pagando un “valor de rescate” adicional (consúltalo con tu agencia de autos).
Dentro de las desventajas que presenta este plan, tenemos que el vehículo tiene un uso limitado al año (aproximadamente 15 mil kilómetros, dependiendo de la agencia), después de dicho kilometraje deberás pagar por la distancia excedente que manejes.
Y algo también muy importante es, que el vehículo no será tuyo, por lo que no estás acrecentando tu patrimonio como sí lo haces en una compra tradicional con un crédito automotriz.