Insta FMI a no limitar precios de productos
La inflación obliga a que los países adopten medidas para amortiguar el golpe sobre los más vulnerables
WASHINGTON. Para reducir el riesgo de tensión social en América Latina debido a los altos índices de inflación, los gobiernos deben apoyar a los hogares de bajos ingresos "y dejar que los precios internos se ajusten en función de los costos internacionales", consideró este martes el Fondo Monetario Internacional.
Varias naciones han reaccionado con medidas que van desde "la reducción de impuestos y aranceles de importación hasta límites de precios o transferencias sociales", indicó el Fondo. Explicó que, antes de la guerra en Ucrania, la recuperación de América Latina y el Caribe "ya estaba perdiendo ímpetu".
Pero en estos momentos la región se expone "a riesgos inusualmente altos" que provienen de dos shocks: "la dinámica de la pandemia que conduce a una mayor inflación" y la subida de los precios por la invasión rusa de Ucrania.
"Es un shock inflacionario encima de otro", precisó Ilan Goldfajn, director del
FMI para las Américas.
Esto obliga a los países a adoptar medidas "para amortiguar el golpe sobre los más vulnerables y contener los riesgos de tensión social", estima el FMI. Y es que, según Goldfajn, los pobres soportan una inflación entre un 3 y 4 por ciento más alta que la de los ricos, por su mayor consumo de alimentos y de energía para el transporte.
Varias naciones han reaccionado con medidas que van desde "la reducción de impuestos y aranceles de importación hasta límites de precios o transferencias sociales", abundó.
Cerca de 40 por ciento de los países han introducido nuevas medidas, sobre todo por el lado de la reducción de impuestos, "con un costo fiscal medio estimado equivalente a 0.3 por ciento del Producto Interno Bruto", señala el FMI.
Por ello, recomendó que, para reducir el riesgo de tensión social, los gobiernos deben apoyar a los hogares de bajos ingresos "y dejar que los precios internos se ajusten en función de los precios internacionales".
Goldfajn afirmó que los países que no tienen un sistema de seguridad social desarrollado para ayudar a los más vulnerables deben optar por "medidas temporales" para "aligerar el aumento de los precios" durante un tiempo. “La palabra clave es ‘temporal’”, insistió el directivo del organismo financiero. El FMI advirtió que se avecinan otros riesgos, además de la inflación, entre ellos una posible escalada de la contienda bélica o la subida de las tasas de interés en Estados Unidos, que podría alimentar una salida de capitales de una región necesitada de inversiones y más proclive al endeudamiento. Una desaceleración en países como China también perjudicaría a la región. Goldfajn dijo que los países de América Latina están afectados por la inflación, pero con "bastante heterogeneidad". Hay naciones importadoras de materias primas, alimentos y energía, bastantes en Centroamérica, algunos en el Caribe, que experimentan un shock negativo. Pero en Sudamérica hay naciones que exportan granos, metales y petróleo, que tendrán un impacto positivo. "Algunos de los países de la región se posicionan como la solución al problema mundial de la inseguridad alimentaria" porque pueden exportar alimentos aumentando la producción, señaló Goldfajn.