Educación básica: Plan de Estudios 2022
Existe una
premisa en los procesos de la instalación de las reformas educativas dadas en la historia del país: “Ninguna reforma pasará la puerta del aula si los docentes frente a grupo (maestras, maestros) no están convencidos y sobre todo bien capacitados para enfrentar los nuevos retos”.
La referencia viene a cuestión por el documento de trabajo denominado: Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana presentado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), despertando diversas reacciones en pro y en contra.
En este marco preocupa que la iniciativa no sea bien conocida por todos los actores involucrados en educación básica, y el que los docentes (maestras, maestros) hoy inmersos en diversos reclamos, sean objeto de un proceso burocrático oficial, o víctimas de una publicidad que a toda costa trata de presentar la propuesta curricular como “una ocurrencia de la SEP” que empobrecerá, según los críticos, aún más los aprendizajes de los estudiantes en las aulas con la consecuente destrucción del sistema educativo nacional.
Veo que este tipo de argumentos se orientan más a politizar la propuesta y creo que los docentes debieran participar en la discusión de la iniciativa porque finalmente es su materia de trabajo, es el futuro de su tarea en el aula, eso sí, procurando tener respuesta clara a cuestionamientos como los siguientes:
Primero: En tanto que los procesos de capacitación y formación del modelo que surja son complejos, es importante preguntar: ¿Quién va a llevar, frente a este cambio educativo, la dirección de la preparación requerida? ¿Se hará el esfuerzo, aquí en Chihuahua, de no sólo recibir la línea recibida del centro, sino también tratar de incorporar elementos pertinentes a la realidad de la entidad? ¿Y quién concretamente lo haría?
Segundo: El reto como toda reforma implica tiempo, apoyo directo, persuasión y voluntad política y financiera de quienes dirigen el sistema educativo. Aquí en Chihuahua ¿Habrá voluntad política que priorice las grandes necesidades educativas frente a otros intereses?
Tercero: Es importante que los responsables de la capacitación valoren el que los maestros, motivo de esta atención, requieren de tiempos y espacios para asumir, entender y empoderar la propuesta de cambio ¿Habrá una propuesta viable para responder a esta necesidad?
Cuarto: ¿Qué papel jugarán: las autoridades educativas, las instituciones formadoras de docentes y las secciones sindicales en la implementación del nuevo Plan de Estudios?
Estas y otras dudas deberán clarificarse y atenderse. De lo contrario, seguirá la lógica del “sistema métrico sexenal”, esto es, cada gestión presidencial lanza su propuesta de cambio educativo que por lo menos en los últimos sexenios ha sido un fracaso.
A entrarle maestras, maestros, vale la pena.