En estos días
hemos visto el crecimiento de la violencia en el país en todos los aspectos, desgraciadamente el discurso de odio que todas las mañanas emana de la denominada “mañanera” nos aleja de poder lograr una tolerancia a las personas que piensan diferente, sobre todo el Ejecutivo; los fifís, neoliberales y demás adjetivos que utiliza el Presidente no hacen más que dividir al país, se debe de entender que todos somos mexicanos, con criterios, culturas y pensamientos diferentes, sin embargo esto nunca había sido un parteaguas para dividir a los mexicanos como es hoy.
Otro punto que se ha acrecentado en el país y se puede decir que en el mundo, es la violencia que se produce en las redes sociales, el anonimato (el cual genera confianza al agresor y sentirse protegido), deshumanización, falta de empatía y afecto, lleva a insultar, denostar, humillar y crear falsas expectativas sobre cualquier persona o algún tema en particular.
Como ciudadanos debemos ser muy conscientes en lo que nos informamos a través de las redes sociales, ya que desde estos espacios se distorsionan hechos, y se difunden mensajes provocadores. Nos encontramos en un terreno parejo en cuanto a la información que se vierte por internet, ya que como hay información que impulsa la democracia, exhibe gobiernos dictatoriales, expone a consorcios corruptos o que violentan las normas regulatorias ambientales, hay quien las utiliza con intenciones maliciosas, buscan organizarse y cosechar adeptos. Se ha visto que grupos radicales han creado teorías conspirativas, donde su principal fin es promover la discriminación y sin duda las redes sociales es su mayor éxito publicitario.
Es necesario que en nuestro país se generen las condiciones en cuanto a la creación del marco jurídico, que se requiere
para hacer efectivas las acciones legales contra las personas que utilizan las redes sociales en menoscabo de algún grupo o persona. Varios expertos sugieren que se deben considerar tres aspectos fundamentales en el avance de este tema, y en los que coincido totalmente, los cuales son:
La educación en el ámbito virtual, a lo que los expertos llaman cibercivismo.
La sensibilización y concientización de nuestro comportamiento en redes sociales y en todo internet, ya que este mal comportamiento tiene sus consecuencias en el mundo real.
La disuasión. Aquí los medios de comunicación juegan un lugar muy importante, ya que ellos pueden detectar e informar cuando se cometen este tipo de malas conductas, y a su vez pueden fomentar el respeto y la pluralidad en pro de una comunicación inclusiva dirigida a todos los sectores de la población.
Somos más quienes queremos acabar con los discursos de odio en redes sociales, vengan de quien sea, ya sea el Presidente o cualquier organización o partido político, somos más que eso. Desde el Congreso de la Unión velaré y trabajaré para terminar con estas prácticas que sólo polarizan a la sociedad, pongamos ya un alto a la violencia entre los mexicanos.