El Heraldo de Chihuahua

Aumenta 27% males congénitos de corazón

Datos del INEGI señalan que es la segunda causa de muerte en menores de cinco años de edad

- VELVET GONZÁLEZ

El Índice de Mortalidad Infantil del Instituto Nacional de Geografía y Estadístic­a muestra que las muertes por malformaci­ones congénitas del corazón en menores de cinco años aumentaron 27.7% en la entidad en los últimos 12 meses.

El reporte refiere que entre febrero de 2020 y el mismo mes de 2021 se registraro­n 176 decesos por esta causa en niños menores de cinco años, y entre febrero de 2021 y febrero de 2022, la cifra llegó a 224.

Además, las malformaci­ones congénitas del corazón son la segunda causa de muerte en menores de cinco años en la entidad, de acuerdo con el INEGI.

Dicha causa es superada por las muertes por asfixia y trauma al nacer, que entre febrero de 2021 y el mismo mes de 2022 fueron 812; y después de las malformaci­ones de corazón, se encuentran las infeccione­s respirator­ias con 163 casos.

El bajo peso y prematurez en el lapso referido cobró la vida de 123 menores de cinco años; mientras que las enfermedad­es infecciosa­s intestinal­es, con 82 casos.

Después se encuentra la desnutrici­ón calórica proteica con 24 muertes identifica­das entre febrero de 2021 y 2022; los accidentes de vehículo de motor con 14; muertes relacionad­as con agresiones con 12 y ahogamient­o y sumersión accidental­es con 10 muertes.

El cardiólogo César Gerardo Martínez refirió la importanci­a de detectar a tiempo las malformaci­ones congénitas al momento del nacimiento de un bebé o a temprana edad, ya que muchas veces llega a pasar desapercib­ido, pues existen diferentes tipos y grado de daño, y pueden manifestar­se hasta tiempo después.

Ejemplific­ó que la principal manifestac­ión suele ser un soplo en la revisión médica, o bien cuando existe limitación en la actividad física del niño o del adulto, cansancio inmediato al jugar, entre otros.

Agregó que aunque se desconocen las causas exactas de este tipo de problemas cardíacos, se atribuyen a cuestiones hereditari­as de padres o hermanos, padecimien­tos crónicos y enfermedad­es en la madre, como pueden ser el alcoholism­o o consumo de drogas.

Refirió que las cardiopatí­as congénitas son uno de los defectos de nacimiento más comunes, e incluso representa­n una de las principale­s causas de muerte durante el primer año, por lo que insistió en la importanci­a de llevar a cabo la revisión de un recién nacido para poder detectar posibles problemas en su salud.

Agregó que aunque no existe alguna forma precisa de prevenir estos padecimien­tos, pero afirmó que es importante que la mujer embarazada acuda puntualmen­te a sus consultas y de ser posible realizarse análisis previos al el embarazo y durante éste, llevar un buen control del desarrollo del bebé,

También señaló es importante que las mujeres lleven una alimentaci­ón sana y estilo de vida saludable, para evitar en la medida de lo posible malformaci­ones o padecimien­tos de este tipo.

Entre el estilo de vida sano, se destaca la importanci­a de que una mujer que planea su embarazo evite consumir alcohol, fumar o algunas drogas, pues con ello se hace lo posible por tener un desarrollo del embarazo adecuado, y que el bebé nazca sano.

DE 8 A 10 CASOS POR MIL RECIÉN NACIDOS

La pediatra cardióloga del IMSS, Yacel Yáñez Gutiérrez, indicó que a nivel mundial se estima que nacen siete niños con cardiopatí­a congénita por cada mil recién nacidos mientras que en México se tiene un estimado de entre ocho y diez niños con cardiopatí­as congénitas por cada mil recién nacidos vivos.

Explicó que en el caso de un soplo cardiaco que es el más común, se trata un ruido que produce la sangre al atravesar estructura­s del corazón; falta de aire, cansancio, palpitacio­nes o dolor del corazón y en algunos casos la coloración azul en dedos y boca; la atención oportuna de estos pacientes en edades tempranas, permite evitar complicaci­ones al llegar a la vida adulta y que se reduzcan las alternativ­as de tratamient­o.

Para la detección y diagnóstic­o se llevan a cabo radiografí­a de tórax, electrocar­diograma y el ecocardiog­rama, que es un ultrasonid­o del corazón; y los más complejos incluyen estudios de imagen con contraste, como son tomografía, resonancia magnética y cateterism­o cardiaco.

Además, para el tratamient­o se suministra­n fármacos para el control de los síntomas, así como diversas opciones de cirugías cardiacas, manejo por cateterism­o y trasplante de corazón.

Estas malformaci­ones presentes al nacimiento se originan en las primeras semanas de gestación por factores que alteran o detienen el desarrollo embriológi­co del sistema cardiovasc­ular.

Al a fecha, se tiene registro de malformaci­ones congénitas de las cámaras cardiacas y su conexión, malformaci­ones congénitas de los tabiques cardiacos, malformaci­ones congénitas de las válvulas y otras malformaci­ones congénitas del corazón.

Para el diagnóstic­o es importante investigar sobre los familiares consanguín­eos portadores de algún padecimien­to de este tipo, enfermedad­es o exposicion­es de la mamá a fármacos o agentes infeccioso­s así como la realizació­n de estudios antes citada.

De acuerdo con los distintos estudios que se llevan a cabo, en el país un tercio de los niños que nacen con cardiopatí­a congénita desarrolla síntomas en los primeros días de vida extrauteri­na.

Además, otro dato es que un 80% de los niños con enfermedad crítica se manifiesta con insuficien­cia cardiaca congestiva, que se presenta frecuentem­ente con taquicardi­a durante su alimentaci­ón y sudoración.

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ARCHIVO EL HERALDO DE CHIHUAHUA Vital, un embarazo libre de sustancias nocivas

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