No ha terminado la confrontación
política en México luego del rechazo a la polémica reforma constitucional del sector eléctrico y ya tenemos en puerta un nuevo conflicto con la propuesta de reforma electoral.
E l pasado 18 de abril, tras 12 horas de discusión y ataques en el pleno de la 65 legislatura, el planteamiento de la “cuarta transformación” no alcanzó los dos tercios de los votos necesarios. Es decir, sólo obtuvo 275 votos a favor, 223 en contra y 0 abstenciones. Y para que la propuesta en materia electoral de Andrés López Obrador sea aprobada, necesita de mayoría calificada, pero Morena y aliados no la tienen en la Cámara de Diputados ni en el Senado de la República.
Se propone transformar al INE en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas; eliminar los plurinominales, desaparecer los Organismos Públicos Locales; reducir el financiamiento a partidos. En pocas palabras, quitar poder a gobernadores y a los partidos.
Se contempla la modificación de 18 artículos constitucionales y siete transitorios y supuestamente ahorrar más de 24 millones de pesos. Bueno, los expertos en materia electoral alegan que es “abaratar la democracia”.
Claro que México requiere una reforma al sistema electoral de gran calado. Al respecto, el investigador del Colegio de Veracruz, Alejandro de la Fuente Alonso, dice: “El sistema binominal continúa siendo cuestionado, razón por la cual parece conveniente su reforma”.
Los sistemas electorales son el conjunto de dispositivos y normas que regulan las elecciones de un país. Es la forma de elegir los métodos para convertir los votos en cargos de representación popular parlamentarios o ejecutivos. Añade De la Fuente: “En México el aspecto electoral ha sido motivo de fuertes brotes de ingobernabilidad. La discusión y consenso entre los partidos está suspendido y parece bastante lejano el momento en que se rompa con la inercia de los intereses partidistas y las descalificaciones a priori en búsqueda de una solución legislativa acorde a la necesidad de la evolución social que se ha dado a nivel interno”. Pero como el Ejecutivo federal, su partido y aliados han incrementado la polarización política con la oposición, difícilmente “pasará” la propuesta de reforma.
¿Qué se propone?
El nuevo Instituto estará compuesto por 7 consejeros y no 11, que serán electos mediante el “voto popular”.
Se eliminarán 200 diputados federales y 32 senadores plurinominales. Además, la disminución de diputados locales y regidores.
Los partidos de oposición (PAN, PRI, PRD y MC) manifestaron que no aprobarán una reforma que
debilite al árbitro electoral, que en estos momentos se encuentra en la mira del grupo en el poder.
Tampoco apoyarán una tercera iniciativa, en la que se pretende transferir la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Los organismos electorales no son la única vía democrática para encauzar los intereses de los mexicanos. Tenemos como fortaleza la prensa libre, las instituciones de educación superior y organismos ciudadanos, también llamados como el “quinto poder”.