Viajar por la vía corta, peligroso e inseguro
Quedaron a merced de la delincuencia en medio de la noche al caer en un bache y poncharse dos llantas, señalan
PARRAL.- ¡Dios mío, protégenos! Fue la exclamación que dio la señora María de Lourdes Guzmán al ver que su hija perdía el control al agarrar un bache en la carretera Vía Corta, por fortuna pudieron orillarse a un costado del camino y para sorpresa de ellos, se habían ponchado dos de sus llantas; además del susto tuvieron que esperar horas para que llegara la grúa a recoger el automóvil, exponiéndose en la noche a un accidente y a la delincuencia.
María de Lourdes Guzmán y su familia pasaron momentos de angustia debido a la ponchadura de dos llantas de su automóvil, esto fue ocasionado a las malas condiciones de la carretera Vía Corta a Chihuahua, indicó que provenían de Villa Ahumada, ya que el pasado domingo primero de mayo regresaban de una visita familiar en aquel municipio, en el auto venían ella, su esposo y sus hija Paulina, la cual venía manejando, calificó como una amarga experiencia lo que vivieron.
Indicó que durante el trayecto vieron a personas afectadas también por ponchaduras que estaban varados a un costado de la carretera, incluso antes de pasar el accidente, a la altura del puente Zapién se pararon a ayudar a unos jóvenes que provenían de Cuauhtémoc, que por las malas condiciones de la carretera se poncharon, nunca se hubieran imaginado que más adelante ellos pasarían lo mismo.
Además del susto tuvieron que esperar horas para que llegara la grúa a recoger el automóvil, exponiéndose en la noche a un accidente y a la delincuencia.
Relató la señora María de Lourdes Guzmán que ya era de noche cuando provenían de Villa Ahumada, cuando a la altura del puente denominado Hoyos, su hija Paulina golpeó uno de los hoyos de la carretera y perdió el control del auto pasándose al otro carril. “Dios Mío, protégenos” fue lo único que pude decir, señaló la afectada, todo sucedió en cuestión de segundos, sin embargo, gracias a Dios no pasó a mayores y Paulina se pudo estacionar a un costado de la carretera. Indicó que al bajarse se toparon con que se habían ponchado dos neumáticos del auto, los cuales estaban en buenas condiciones, una llanta delantera y la otra de atrás, lo primero que hicieron fue reportar el accidente a la aseguradora, los cuales nunca se aparecieron, después llamaron a una grúa para que fuera a recoger el automóvil, en medio de la noche tuvieron que esperar más de tres horas para que llegara a prestarles el servicio, narran que pasaron horas de angustia en medio de la noche.