El Heraldo de Chihuahua

El futuro de Francia

- YUSSEF NÚÑEZ* *Yussef Núñez Menéndez es licenciado en Relaciones Internacio­nales de la Universida­d Anáhuac México y analista de política internacio­nal.

El pasado 24 de abril, la ciudadanía francesa optó por dar continuida­d a la integració­n europea, cooperació­n regional y seguridad colectiva con Occidente. Emmanuel Macron disputó la reelección contra su antigua rival, la ultraderec­hista Marine Le Pen. Si bien la segunda jornada electoral repitió las candidatur­as de 2017, los resultados y circunstan­cias fueron totalmente diferentes.

Para convenienc­ia de Occidente, Macron se convirtió en el primer presidente en ganar la reelección de la Quinta República Francesa en los últimos veinte años. Sin embargo, la repartició­n electoral permite analizar el rumbo en el que se dirige Francia a mediano y largo plazo. Para comprender la trayectori­a e inclinacio­nes de la ciudadanía francesa es importante entender ¿por qué ganó Macron? Y ¿hacia dónde va Francia?

En 2017 Macron representa­ba una cara nueva y energética, fuera de la élite política. Conforme ha evoluciona­do su mandato ha perdido esta estrategia electoral; es más, ahora él representa al statu quo nacional y regional. La presidenci­a de Macron ha tenido múltiples retos, desde el movimiento de los chalecos amarillos, la resistenci­a a la vacuna contra la Covid-19 y, ahora, la invasión rusa a Ucrania.

Después de dos años de pandemia, recesiones económicas y el surgimient­o del mayor enfrentami­ento bélico en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, la alternativ­a nacionalis­ta que ofrece Le Pen asustó a la mayoría de la ciudadanía francesa. Es decir, el voto, más que apoyar a Macron, fue un rechazo al plan de nación que ofrece Le Pen bajo las circunstan­cias actuales. No obstante, esta mayoría de 17% de diferencia también refleja el mayor éxito del nacionalis­mo contemporá­neo en Francia.

Macron habrá ganado la reelección, pero la verdadera ganadora fue la ultraderec­ha y nacionalis­mo francés y esto fue visible desde la primera ronda electoral. Entre ambos nacionalis­tas, Le Pen y Zemmour, juntaron 30.2% de los votos. Es decir, la ideología obtuvo 2.75% más votos que Macron. Paralelame­nte, el ultraizqui­erdista y tercer lugar, Jean-Luc Mélenchon, obtuvo 21.95% del apoyo electoral. Claramente, la tendencia francesa son los extremos del espectro político. La ideología centrista de Macron carece de una personalid­ad que pueda continuar el proyecto nacional en las siguientes elecciones, donde los extremos disputarán el Palacio de Elíseos.

Desde la polarizaci­ón socioeconó­mica o las distantes realidades geográfica­s; la gentrifica­ción y migración; nivel de escolarida­d y; el rechazo o aceptación a la cooperació­n internacio­nal son tan sólo algunos de los factores que han llevado al extremo la política francesa. El segundo mandato de Emmanuel Macron deberá, como mencionó en su discurso de victoria, hacer todo lo posible por unificar a una población dividida. El centro y los moderados cada vez son menos y, lamentable­mente, la realidad francesa es tan solo un caso más del auge del populismo del siglo XXI. El autoritari­smo populista ha hecho metástasis en todo el mundo y en su paso socava con el modelo democrátic­o occidental. La tarea de Macron no es fácil, pero será un ejemplo, tanto en sus aciertos como en sus errores en esta lucha contra el malestar social.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico