El domingo pasado
celebramos el Día del Maestro, la persona cuyo compromiso con la sociedad siempre va de la mano con la honestidad en la búsqueda de mejores hombres y mujeres para el día de mañana.
L a Universidad Autónoma de Chihuahua reconoció la trayectoria de varios maestros que sin duda alguna han aportado su conocimiento en la formación de profesionistas; entre los maestros reconocidos se encuentran mis colegas de la Facultad de Contaduría y Administración: Myrna García, Meche Ogaz, Alfredo de la Torre, Armando Cabrera, Ignacio Rodríguez, Javier Jiménez, Héctor Martínez, Juan Olliver y Moisés Arévalo, para ellos y todos los homenajeados mi respeto y felicitación.
La palabra maestro proviene de “Magis” que en latín significa “más” encaminando su adjetivo al mejoramiento en cuanto a la calidad. La relación “maestro – alumno” se centra en la presencia de dos diferentes tipos de intelecto, por un lado, quien posee el conocimiento y por otro quien está deseoso por aprender. A la medida que se va despertando la creatividad, se va conociendo la forma de pensar de los alumnos y de alguna manera esto también representa aprendizaje para el maestro, de aquí la importancia que tiene el no limitarse a otorgar siempre la respuesta al estudiante, sino motivarlos a la búsqueda y la investigación.
El escritor Julio Cortázar sostenía que ser maestro era estar en posesión de los medios conducentes a la transmisión de una civilización y una cultura, representa construir en el estudiante el panorama cultural necesario para capacitar su ser en el nivel social contemporáneo y a la vez estimular todo lo bello y lo bueno de las personas para su total realización, pues eso.
En tiempos actuales de globalización la educación representa un reto importante en la preparación y actualización de los encargados de la enseñanza. La adecuación digital y el ciberespacio implican modernas estrategias de transmisión del conocimiento que deben adaptarse a las características del joven estudiante. Bien por los maestros que ya sea por capacitación brindada o por autocapacitarse ajustan su práctica docente pensando siempre en las nuevas generaciones.
Quien esto escribe recuerda con aprecio a Víctor Aguirre, Catalina Zapata, Angélica Águila, Claudina Romero, José María Redondo, Francisco Máynez, Juan Meochi, Paty Thompson, Gerardo Rodríguez “Don Cartulino”, Luis Rodríguez Barella, Jesús Estrada, Rubén Gardea, Hiram Carrillo, Silvio Márquez, Raúl Torres Medina, Gilberto Islas, Antonio Cortés, Carlos Grado, Horacio Márquez, Germán Pérez, Demetrio Donati, Jesús “Güero” Portillo, Carlos Turcot, el cuate Burciaga, Miguel “Negro” Gómez, Jorge Guerrero, Miguel Etzel Maldonado, Fernando Leal, Gilberto Rodríguez, Antonio “Pollo” Horcasitas, Luis Valeriano, José Luis Pallares, Guillermo Batista, Carlos Fernández Baca, Eduardo Armendáriz, Carlos Chávez, Manuel Navarro, Héctor Ruiz Sierra, Edmundo González, Manuel Camacho, Manuel Mendoza, Jaime de las Casas y Francisco Javier Luján, maestros de mi querida Facultad de “Conta” que dejaron una importante huella en miles de chihuahuenses que hoy se desarrollan profesionalmente aquí y más allá de las fronteras enalteciendo el orgullo de ser UACh.