En 1986 el mundo giró sus ojos
Chihuahua vio nacer en 1919 a uno de sus hijos más destacados en su historia, Luis Hector Álvarez, quien entre todos sus logros se caracteriza el liderar la moralidad de una tierra de chihuahuenses dispuestos a pelear por la democracia que en esos entonces se veía atacada por el Partido Revolucionario Institucional.
Quienes militamos en el PAN sabemos que el partido no podría ser el mismo sin la influencia de uno de los más grandes políticos mexicanos como lo es don Luis. Por ello hoy con mucho orgullo conmemoramos su aniversario luctuoso, manteniendo su recuerdo y enseñanzas entre las nuevas generaciones de panistas y no panistas.
En el año de 1986 siendo alcalde de la capital del estado de Chihuahua se pronunció en una huelga de hambre que duró alrededor de 41 días en los que reclamaba por las denuncias del fraude electoral en las elecciones locales. Desde entonces el panismo chihuahuense ha destacado en sus manifestaciones de justicia y apego a la ley en cada comicio electoral a la fecha, siendo éste el partido político con mayor responsabilidad de liderar esta causa común para los chihuahuenses.
Se considera a este hombre emblemático un baluarte del panismo, ya que quienes han militado en el PAN saben que su ejemplo refleja cómo debemos ser percibidos los panistas: personas de valores tradicionales en una lucha permanente por la democracia.
Murió a los 96 años, satisfecho consigo mismo de haber logrado ver el cambio democrático que transformó la vida política del país. Recordamos sus pensamientos hoy más que nunca:
“Mientras haya quienes carecen de lo más necesario para una vida digna, no podemos sentirnos satisfechos ni como personas ni como país”.
hacia Chihuahua; cuando vivía un trascendente suceso en la política mexicana.